Gara, 25 de mayo de 2009
Los dos miembros de ETA entrevistados por Gara afirman que lo que está en juego hoy es el marco político: «El partido se juega entre lo que necesita Euskal Herria y lo que requieren España y Francia. Que esas puertas se abran tanto como para que entremos en la fase de la independencia dependerá de la unión de las fuerzas favorables a este pueblo y de los pasos que se den en ese camino».
Esta idea, que los entrevistados destacan en la primera pregunta planteada por este periódico, sobrevuela constantemente el encuentro, y es detallada, matizada y desarrollada en varias respuestas más, aunque partiendo de la siguiente premisa: «Desde que en el año 1999 muchas fuerzas soberanistas regresaran a sus palacios de invierno, la izquierda abertzale se ha quedado sola en la defensa de los derechos de Euskal Herria».
Es por ello, afirma ETA, que «el Estado ha dirigido todas sus fuerzas contra la izquierda abertzale y contra ETA, queriendo llevar el conflicto a los vértices Estado-izquierda abertzale». ETA considera que «ahí el enemigo se siente más cómodo», pero agrega que esa «comodidad» parte también del hecho de que la organización armada, «en los últimos meses, no ha mostrado una línea lo suficientemente fuerte como para hacer daño al enemigo».
Lógica de los estados
A este respecto, los dos miembros de ETA entrevistados por Gara inciden en que «las ofensivas del enemigo están guiadas por una estrategia político-militar, cuya finalidad última es el independentismo. Y ése es su objetivo porque sabe que desde el independentismo pueden abrírsele nuevas oportunidades a este país. La lógica de los estados es muy simple: neutralizando al agente principal que puede traer el cambio político de la soberanía, se impide que pueda producirse ese cambio de raíz».
«Por tanto, no es tanto si están cerrando las puertas de la solución o no, sino que están buscando la mayor debilidad posible del vértice de las demandas populares y de los derechos de este país en ese proceso de cambio de marco».
En cualquier caso, ETA destaca que la posibilidad de un nuevo proceso de negociación y acuerdo depende, sobre todo, de que los estados, «en primer lugar, garanticen la igualdad de oportunidades y los derechos civiles y políticos, abriendo así un escenario democrático en el que no tendrían cabida las expresiones de violencia y persecución. Ése sería el punto de partida del proceso democrático».
«Naturalmente, antes de sentarse a hablar con los que defenderían los intereses y el proyecto del Estado para llegar a ese escenario democrático, sería necesario que las fuerzas que tienen en cuenta los derechos democráticos de Euskal Herria confluyeran en un acuerdo de mínimos de cara a conseguir la soberanía».
Superar el bloqueo
Pero, ¿cómo salir de la actual situación? ETA afirma que «el desbloqueo vendrá, en primer lugar, de la interiorización de que estar esperando al PNV resulta baldío y, en segundo lugar, de poner fin a la dispersión de aquellas fuerzas que tienen en consideración los derechos de este pueblo y de su activación».
Disponibilidad
Preguntados sobre su disponibilidad a favorecer nuevos escenarios o a poner de nuevo sobre la mesa ofertas expresadas en el último proceso de negociación, afirman que «ETA está dispuesta a poner punto final a la trayectoria de la lucha armada en el momento en que sean levantados los topes de los estados a la decisión que tenemos los ciudadanos vascos para decidir nuestro futuro. Dicho de otro modo, las armas de ETA callarán cuando todos los proyectos políticos, incluida la independencia, puedan materializarse».
Críticas
Llegados a este punto, los entrevistados abordaron también algunas de las críticas que les llegan desde ámbitos políticos y periodísticos tras 50 años de actividad: «ETA -afirman- nunca ha tenido esa tendencia a perpetuarse, porque su voluntad siempre ha sido la de superar cuanto antes el conflicto político. Así lo hemos demostrado en esos 50 años, con diferentes iniciativas y propuestas. Nosotros estamos dispuestos a poner punto final mañana mismo a esta dura lucha y exigente militancia si el enemigo mostrara un mínimo respeto político hacia nuestro pueblo. Lamentablemente no es así».
Coche-bomba contra el Opus
En la entrevista se abordan también algunas de las últimas acciones armadas de ETA, como la que llevó a cabo con el coche-bomba colocado en la Universidad de Iruñea. Los entrevistados matizan, antes que nada, que el ataque iba destinado contra el Opus, no contra la Universidad, y niegan que la advertencia previa a la explosión del artefacto se realizara de forma poco clara.
A este respecto, denuncian que «dificultando o impidiendo nuestros avisos, el gobierno español busca que en un atentado ETA mate o hiera a ciudadanos, de modo que recaiga sobre nuestra organización toda la responsabilidad de esas graves consecuencias».
Ataques con misiles
Al hilo de recientes informaciones periodísticas sobre que ETA dispondría de misiles para preparar atentados, los entrevistados desvelan que «misiles para derribar aviones arrebatados a ETA fueron activados en tres intentos de atentado contra José María Aznar, cuando era presidente del estado español».
Asamblea interna
ETA desvela en la entrevista que la organización está inmersa en un «proceso reflexivo y asambleario cuya finalidad consiste en fijar una estrategia político-armada eficaz» y que, entre otros puntos, ha analizado en profundidad la situación estructural de Euskal Herria, reflexionado sobre la situación política, valorado el último proceso negociador y debatido «sobre la línea armada y la estrategia a llevar a cabo para que los derechos de Euskal Herria sean reconocidos». Los miembros de ETA entrevistados anuncian que esperan concluir el proceso asambleario antes de este verano.