por Juan Cendales
Álvaro Uribe Vélez no se esperaba nunca el poder recibir este premio. Por ello la noticia lo tomo completamente por sorpresa y casi le da un soponcio. Sus médicos de cabecera tuvieron que aplicarle una buena dosis de gotitas de esas. Mientras tanto Lina, la Primera Dama, corría gritando y alborotando todo el palacio de Nariño. Es que no era para menos. Es el primer mandatario en toda la historia de la humanidad que recibe este premio.
Se trata nada más y nada menos que el premio “Colombia- España, Hombre público 2010”
Es un premio creado a iniciativa de una institución de muy alto prestigio en el mundo académico, científico y cultural... ¡la embajada de Colombia en España!
El diario colombiano El Tiempo, que publica en su edición de hoy esta especial primicia, informó así al mundo sobre el acontecimiento: “Esta es una iniciativa de la Embajada de España en Colombia, en alianza con el BBVA y Editorial Planeta”.
Quien debería recibir el premio es el embajador de Colombia en España. Un premio a la lambonería, a la lagartería, al ridículo.
El premio otorgado a Uribe es parecido al que millones de padres reciben como “el mejor padre del mundo”, otorgado cariñosamente por los incondicionales hijos. No, este no es un buen ejemplo. Normalmente este premio a los padres se da en momentos de ternura y desinterés. Aunque muchas veces después del “eres el mejor padre del mundo” viene el “me das para el vestido que te comenté” o algo parecido. Mejor entonces, un premio igual al de “El mejor jefe del mundo” concedido al jefe de la empresa por uno de los empleados subalternos quien para ello se asocia con un par de los más favorecidos proveedores de la empresa.
Pera esta es Locombia. O el “país del sagrado corazón de Jesús”.
Un país que después de este premio ya nunca más podrá ser igual.
