Hace apenas 20 años, parecían condenados al ostracismo. Pero en las elecciones parlamentarias hoy, los comunistas rusos atrajeron a estudiantes, intelectuales e incluso a algunos empresarios para forjar una oposición al debilitado partido de Vladimir Putin, Rusia Unida.
El Partido Comunista de Rusia para la mayoría de los rusos evoca imágenes de veteranos de guerra condecorados y de ancianos pobres privados de sus pensiones en la "Nueva Rusia". Una gran cantidad de la nueva generación parecía haber dejado atrás la época de la bandera roja con el martillo y la hoz.
Hasta hoy, cuando los comunistas duplicaron su votación a cerca de un 20%.
Sin embargo, estos votos no significan que los comunistas vayan a tomar el poder. Los recuerdos de la represión bajo la desaparecida Unión Soviética aún están muy frescos para los rusos, muchos de los cuales de todas formas votaron a candidatos comunistas en estas elecciones, pese a algunos reparos.
"Con tristeza, recuerdo cómo le prometí a mi abuelo que nunca votaría por los comunistas", dijo Yulia Serpikova, una mujer de 27 años que trabaja en la industria del cine. "Es triste que con la boleta en la mano haya tenido que poner una cruz en el casillero por ellos, para votar en contra de todo esto", contó.
Para muchos rusos desilusionados con la extendida corrupción y con una creciente brecha entre ricos y pobres, los comunistas representan la única oposición creíble a Rusia Unida.
Durante la crisis de inicios de la década de 1990, cuando la Unión Soviética colapsó, el partido mantuvo una organización nacional fuerte, basada en las regiones y en los lugares de trabajo.
Ante las restricciones que tiene la oposición para acceder a la prensa oficial, esas cualidades han sido una gran ventaja.
"Los comunistas son el único partido real aquí", dijo en Moscú un veterano banquero occidental. "Rusia Unida es un chiste(...) y mucha gente lo sabe, por lo tanto, votan a los comunistas porque se dan cuenta de que es un voto real para la oposición y en contra de Rusia Unida", agregó.
Rusia Unida fue fundada mayormente como un vehículo para Putin, cuya autoridad sufrió un revés el domingo con las pérdidas de escaño de su partido.
En la sede del Partido Comunista, de donde cuelgan retratos de Lenin, el líder partidario Gennady Zyuganov denunció fraude y describió a la elección como un "robo a gran escala".
"Pese a sus esfuerzos por dividir a la opinión pública, el país se ha negado a apoyar a Rusia Unida", afirmó.
(Con información de Reuters/BMC)
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