por Néstor Marín
El suicidio de uno de los fundadores del movimiento naxalita genera hoy gran atención mediática en la India, donde la prensa por lo general sólo reporta las acciones armadas de ese grupo insurrecto.
Kanu Sanyal se colgó la víspera del techo de la choza en que vivía en la región de Naxalbari, la misma de donde tomó el nombre el movimiento que ayudó a fundar en 1967, a partir de una escisión dentro del Partido Comunista de la India (Marxista), PCI(M).
Tenía al morir 78 años de edad, y en los últimos tiempos había expresado sus críticas y reservas contra los métodos violentos utilizados por los grupos armados naxalitas, autodenominados maoístas.
El maoísmo como doctrina no existe, pues lo que Mao Tse Tung practicaba era el marxismo-leninismo, declaró Sanyal recientemente, según recuerda este miércoles el secretario del PCI(M) en Bengala Occidental, Biman Basu.
En declaraciones a medios locales bengalíes, Basu lamentó la muerte de su ex camarada, y asegura que el veterano dirigente había comenzado a cambiar su pensamiento político.
Presente en una gran parte de la región oriental de la India, los grupos de acción naxalitas representan, según el primer ministro Manmohan Singh, el más grande desafío para la seguridad interna del país.
Con el objetivo de aniquilarlos, el Ejército y las fuerzas paramilitares anunciaron el lanzamiento de la operación Cacería Verde, que se extenderá por todas las zonas selváticas en los estados orientales de la India que forman el llamado Corredor Rojo.
Para muchos analistas y políticos locales, la solución del conflicto armado no está sólo en una respuesta militar por parte del Gobierno, sino también en garantizar empleos y una mejor distribución de la riqueza en esas regiones, entre las pobres y atrasadas del país.
Fuente:
Prensa Latina