La toxicomanía es una de las múltiples expresiones posibles de reacción y de posicionamiento social frente a la frustración del Capital, como la locura, la delincuencia o la adicción a la televisión. Es una revuelta inconsciente que estigmatiza en el cuerpo de la víctima el rechazo del sistema.
Pero es, sobre todo, el triunfo del poder de recuperación del Capital: la sociedad de toxicómanos es la exacerbación casi absoluta del modelo capitalista.
La toxicomanía es el triunfo del individualismo y de la anti-solidaridad (cada uno para sí, cada uno su droga), el triunfo de la enajenación (enajenación completa del ser humano que depende de un producto), el triunfo de la reificación (cuerpo/objeto que se suicida, que se vende por la droga), el triunfo del paliativo (droga o si no sufrimiento), el triunfo de la mercancía (valor de cambio y valor de uso, mismo denominador: la droga para la sobrevivencia), el triunfo del valor (algunos billetes por algunos miligramos de polvo y de placer), etc.
La toxicomanía es el sistema de sobrevivencia inmediata institucionalizado, dicho de otra manera, el sistema capitalista.
LA FUGA DE LA HISTORIA de Doménico Losurdo
Hace 1 semana.