por Felipe Zuleta Lleras
Aun cuando pensaba escribir sobre la ineficiencia del Parlamento Andino y la ilegalidad cometida por el Consejo Nacional Electoral al otorgarles las credenciales a los “elegidos” violando la Constitución, no puedo dejar de opinar hoy sobre las desquiciadas declaraciones del vicepresidente Francisco Santos, quien operando cual muñeco de ventrílocuo, arremetió en contra de la Corte Suprema, Germán Vargas Lleras y Ramiro Bejarano.
Dijo el muñeco que la Corte violaba la Carta porque no había querido nombrarle un Fiscal (de bolsillo) al Presidente. Este acto de desesperación refleja la angustia que aqueja a la marioneta y a su titiritero para tener a un Fiscal que les ayude a tapar los delitos sistemáticos que se cometieron en estos ocho nefastos años.
Se equivoca el Sr. Santos si cree que utilizando los mismos mecanismos del titiritero mayor puede amedrentar a la Corte o poner a Vargas Lleras o a Bejarano a utilizar sus propios mecanismos. Vargas, con la altura que lo caracteriza, pasó por encima del tema y Bejarano le ha puesto, y con razón, varias denuncias penales al Vicepresidente. Entre otras cosas, ¿por qué el Sr. Santos no le ha contestado a Bejarano en dónde se hospedaba el Mono Mancuso cuando venía a Bogotá?
Estando a tan pocos días de ver salir de la Casa de Nari a todos los integrantes del Cartel de Medellín que nos gobernó en estos años, no podemos menos que seguir trabajando por los derechos de las víctimas de la violencia y, en mi caso particular, por los derechos de las madres y familiares de los muchachos de los falsos positivos. Recientemente se supo de la existencia de una fosa común en La Macarena (Meta), en un predio pegado a un batallón militar y en donde podrían encontrarse cerca de dos mil cadáveres. El Gobierno ha tratado de decir que eso no es cierto, pero ha utilizado técnicas como las del muñeco para cambiarle la agenda al país con la finalidad de ocultar esta monstruosidad. Miente tanto el Gobierno, que ha dicho que las imágenes aparecidas sobre el tema fueron hechas en Yugoslavia. Y lo peor, hay dos fosas más en Tolú Viejo y San Onofre.
Álvaro Uribe Vélez tiene sobre sus hombros el homicidio de miles de muchachos que fueron asesinados a lo largo y ancho del país para mostrar resultados en la guerra con las Farc y, peor aún, para exigir el cobro de recompensas. Juan Manuel Santos tiene sobre sus hombros los mismos crímenes de lesa humanidad y, por más que trate de hacer un buen gobierno en otros temas, como aparentemente lo hará, jamás podrá quitarse de encima a los miles de víctimas de las FF.MM.
Qué lacónico resulta el final del gobierno de Uribe y su muñeco, como lacónico resultó el gobierno de otro criminal como Alberto Fujimori, quien, ahora recuerdo, estuvo viviendo en el búnker del Servicio Nacional de Inteligencia, como pretende hacerlo Uribe en predios de la Policía.
A Santos y a Uribe los perseguirán estos muertos hasta el fin de sus vidas.
Twitter: @fzuletalleras