sábado, 21 de agosto de 2010

Corte Laboral de Sudáfrica prohíbe huelga en sector de servicios esenciales

 La Corte Laboral de Sudáfrica falló hoy en favor del Estado prohibiendo a los trabajadores de los servicios esenciales participar en la huelga por tiempo indefinido que los sindicatos del sector público iniciaron el pasado miércoles en todo el país.


Por servicios esenciales se considera en este caso los vinculados a los sectores de enfermería, trabajadores de la electricidad y los funcionarios de prisiones.

Más de un millón de empleados públicos afiliados a la Confederación de Sindicatos de Sudáfrica (Cosatu) han abandonado sus puestos de trabajo, y los hospitales y las escuelas son los sectores más gravemente afectados por la huelga.

La policía sudafricana ha tenido que intervenir en algunos hospitales para disolver manifestaciones de trabajadores y enfermeras que impedían el acceso de ambulancias con heridos, enfermos crónicos y familiares de pacientes ingresados, que debido a la huelga no recibieron alimentos durante dos días.

Pese a que las leyes que protegen el derecho a la huelga determinan asimismo que los servicios esenciales -tales como guardias hospitalarias de emergencia- deben seguir funcionando, el abandono de las funciones ha sido casi total en los hospitales municipales y el Ejército ha tenido que intervenir enviando médicos y personal de enfermería.

Actos de intimidación y de violencia se han registrado asimismo en varias escuelas de la provincia de Gauteng (donde se encuentran Johannesburgo y Pretoria, la capital sudafricana) en las que no sólo maestros, sino también alumnos fueron golpeados por los huelguistas.

La huelga comenzó tras varias semanas de infructuosas negociaciones entre el Gobierno y los sindicatos, que exigen un aumento salarial del 8,6% y mil rands (alrededor de cien euros) mensuales en subsidios para la vivienda.

La Administración sudafricana ha hecho una oferta "inamovible" del 7% de aumento en los sueldos de los funcionarios y 700 rands al mes para el pago de sus viviendas.

La intransigencia de ambas partes ha colocado en una situación crítica a la alianza tripartita gubernamental sudafricana integrada por el Congreso Nacional Africano (CNA), Cosatu y el Partido Comunista de Sudáfrica (SACP).