jueves, 5 de noviembre de 2009
Zombis y nazis, una combinación perfecta para asustar y hacer reír al personal
Oihane Larretxea
Gara, Donostia
«Los zombis son, de por sí, aterradores, pero si además de eso son también nazis: ¿qué más se puede pedir?» preguntaba a los medios el guionista y uno de los actores de «Dead Snow, Stig Frode». El filme, dirigido por el joven noruego Tommy Wirkola, se estrena esta noche en el Teatro Principal, en vísperas del cierre de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia. La idea de emplear a los zombis como elemento principal es, según Frode, una idea que les rondaba tanto a él como a Wirkola desde los días del instituto.
Pero los muertos vivientes no han sido la única fuente de inspiración para la realización del largo: «Somos seguidores de las comedias de los 80 como `16 velas', pero también disfrutamos con filmes de género como `The Evil Dead'». A la hora de rodar «Dead Snow» tuvieron claro que buscaban la combinación de ambos géneros: «Queríamos hacer temblar al espectador, asustarlo. Pero no pretendíamos que el público saliera de la sala con el estómago revuelto y la sensación de no haber disfrutado. Aparte de asustar, queríamos hacer reír» agregó Frode.
La película narra las aventuras de ocho estudiantes de Medicina que deciden pasar las vacaciones de Pascua en las montañas de Axefjord, en Noruega, una zona castigada por las tropas nazis cuatro décadas atrás. Los zombis son nazis de un batallón alemán que murieron congelados en la Segunda Guerra Mundial cuando huían de la población que se les había rebelado. Con cara de pocos amigos, resucitan entre la blanca nieve sembrando el pánico entre los jóvenes, hospedados en una pequeña cabaña en medio de la nada.
«Dead Snow» ha visitado anteriormente Sitges y por ahora la acogida está siendo «muy positiva»: «Estamos muy contentos, la película se ha vendido en 52 países» concluyó el actor.