martes, 10 de noviembre de 2009

El ligue de la población vasca




Oskar Aranda
Educador sexual


La población española, que como todo el mundo sabe, entiende de política social un montón, nos lleva ya años contando cómo somos los vascos. O como se lo han contado, pero eso no les importa porque en las provincias no saben tanto como ellos. El vivir en una capital, en la capital del reino, les hace estar por encima de todo.

Algún desaprensivo les enseñó que pintxo se escribía con «tx» y que eskerrik asko no es lo mismo que ezker batua (que más de uno se lía al pedir el pintxo, que en realidad es una tapa, pero hasta para eso tienen que ser diferentes) y andan creando teorías hasta de la vida sexual de los vascos, poca, según dicen.

Es la teoría que más les gusta decir; los vascos ligan poco o nada. De las vascas todavía no dicen nada, pero el ínclito Oscar Terol ya anda diciendo cosas por ahí sobre ellas y pronto las añadirán a su repertorio de teorías. Llevan años con sus zappings de «Vaya semanita» intentando demostrar que aquí no se liga, como si fuese un demérito.

Demérito es tener una ciudad llena de fachas, de franquistas, de nazis y de progresistas desmemoriados históricos, pero como en España se sigue viviendo en la época del destape sexual y de la transición inacabada, pues es la falta de ligue lo que les hace preocuparse en demasía de ésta y de otras cuestiones. El PSOE está hilando fino con su crítica a lo vasco y no se le ha ocurrido una cuestión tan transcendental como ir metiendo en sus medios afines la vida sexual de la población vasca para que todo lo que se relacione con lo vasco deje de ser atractivo social, cultural y políticamente.

Sobre si es verdad esta cuestión, ni tenemos datos ni creo que nos hagan falta, además de lo sexista y chusco que resulta. Cada cual ligará lo que quiera o lo que pueda. No creo que se ligue ni más ni menos que en Madrid, pero de esta manera los creadores de verdades pretenden ridiculizar al pueblo vasco, con un discurso costrero y rastrero que demuestra todo lo que están dispuestos a hacer por negar la palabra a este pueblo. Incluso profesorado de sexología afín al PSOE va por ahí diciendo a carcajadas todas estas cosas.

Comenzaron con «Vaya Semanita» y sus bromitas en las que pretendían que todos y todas nos riésemos de nuestros mitos, cuitas y personalidad. Al principio coló pero, tras ver el desarrollo que ha tenido Terol en sus manuales sobre lo vasco, hemos podido comprobar cuál era el verdadero objetivo de todas esas risitas que, según decían, solo pretendían que nos riésemos de nosotros y nosotras mismas.

La gente del estado, cuando nos visita o la visitamos, nos suele venir con esta cuestión: ¿Es verdad que en Euskadi ligar es un milagro? Y no sabes si lo que quiere es en realidad ligar contigo o que le cuentes toda la verdad sobre el mayor secreto guardado en territorio vasco.

A partir de esa cara de incredulidad, la siguiente pregunta que suele venir es la del papel de la Iglesia. Vienen ya con su asociación de ideas creada por los medios españoles sobre no sé qué organización que nació en un seminario y que aquí, poco más o menos, tenemos a la iglesia como nuestra segunda casa. Y claro, llegan a una conclusión muy pero que muy lógica: «No ligan porque la religión no se lo permite».

Esta dos grandes mentiras unidas son utilizadas tanto por gentes de izquierdas y comprometidas como por derechosos y derechosas recalcitrantes. A mí ya me tienen un poco harto y creo que es conveniente ya hacerlo público y decirlo claramente: son mensajes-fuerza que pretenden horadar, de una manera muy sibilina y muy perfectamente trabada, las aspiraciones de este pueblo. Pretenden crear un discurso negativo hacia lo vasco, exactamente el mismo que hacen con Catalunya y, en este caso, con la gestión de los dineros.

Que nos vengan nuestras amistades madrileñas hablando de ligue cuando en cientos de centros educativos madrileños imparte educación sexual la Fundación Solidaridad Humana, que promueve la abstinencia sexual, es muy significativo del nivel político que pretenden demostrarnos algunos y algunas. Les han metido con embudo ciertos mensajes que cautivan y que les hacen repeler lo que, en realidad, es mucho más importante: la falta de derechos y de democracia que existe en España.

Imaginaos que se empezase a difundir por España la idea de que en Euskal Herria se liga como en ningún otro sitio. Tendría la misma base científica que la idea de que ligar es un milagro, pero seguro que tendríamos muchos más defensores del derecho de autodeterminación en el Estado que los que hay en la actualidad.

Algo tendrían que inventar en Madrid para contrarrestarlo, lo mismo que se han inventado también que no se puede ser de izquierdas y abertzale, que es una entelequia porque la izquierda siempre ha sido internacionalista. Sí, como la del PCE y la del PSOE. Pero ésta última gran mentira se la dejo a otros y otras para que la analicen.

No sé si aquí se liga más o menos que en otros sitios, pero lo que sí que tengo claro es que la expresión «ligoteo sanote» se inventó aquí y ésa es la verdadera seducción que nos interesa. Un ligue sin cortapisas, divertido e igualitario. Pero mucha gente en Madrid todavía cree que conquistar y ligar es lo mismo. Y conquistar, en realidad, es lo que hacen el ejército español y la OTAN en Afganistán y en otros lugares. Ligar es otra cosa, mucho o poco.

Fuente: Gara