El Comité Ejecutivo del Partido Comunista de los Pueblos de España, dadas las últimas noticias relativas a la voluntad de la Real Academia Española (RAE) de incluir el término totalitarismo en la definición del comunismo y los intentos de ilegalizar al Partido Comunista de Bohemia y Moravia, así como otras propuestas similares llevadas a cabo en Rumanía, Polonia y otros antiguos países socialistas, declara lo siguiente:
La propuesta de algunos miembros de la RAE, responsable de la elaboración del diccionario de la lengua española, de incluir en la definición del término "comunismo" una referencia a su carácter "totalitario" se enmarca sin duda alguna en la furibunda campaña anticomunista desatada por los centros ideológicos y políticos de la burguesía, principalmente en Europa, tendente a criminalizar las ideas comunistas y a equipararlas con el fascismo y el nazismo.
Rechazamos firmemente cualquier intento de vincular o asimilar comunismo y nazifascismo, denunciamos el carácter clasista, reaccionario y enemigo de la clase obrera de todos aquellos miembros de la Real Academia Española que promuevan, apoyen o, simplemente, callen ante esta nueva maniobra tendente a tergiversar la historia, a difamar la construcción socialista en el siglo XX y a profundizar en la campaña de acoso ideológico contra el principal enemigo del capitalismo: el comunismo.
En un momento en el que la crisis del capitalismo está demostrando los límites históricos de este sistema caduco y explotador, se hace más violenta la campaña contra las ideas comunistas que sustentaron el proceso de construcción socialista llevado a cabo en muchos países de Europa y el mundo durante el siglo XX, y cuyos logros y conquistas sociales demostraron la superioridad de un modelo que no se basaba en la explotación del hombre por el hombre. Después de que se haya comprobado que el capitalismo no resuelve los problemas de la inmensa mayoría de la población, la burguesía no quiere permitir que las ideas comunistas vuelvan a prender la conciencia de la clase obrera, y por ello desata una salvaje campaña en los campos ideológico y jurídico tendente a la criminalización del comunismo.
Reivindicamos la plena validez de las ideas comunistas, los procesos de construcción socialista en el siglo XX, la plena vigencia de los criterios leninistas en lo organizativo, en lo ideológico, el papel de la clase obrera como sujeto revolucionario y el propio carácter revolucionario del proceso de liquidación del capitalismo y el establecimiento del socialismo y el comunismo.
Las tentativas que en España se están produciendo, ahora en el campo ideológico, mañana en el campo político si no respondemos con la contundencia necesaria, máxime cuando ya tenemos el despreciable precedente de las ilegalizaciones de organizaciones populares vascas, han sido ensayadas previamente por los gobiernos burgueses de muchos de los antiguos países socialistas europeos. El caso más reciente es el de la República Checa, donde varios senadores, sin respetar el quorum necesario ni atender siquiera a la propia legislación burguesa, han solicitado al gobierno que inicie el proceso para ilegalizar al Partido Comunista de Bohemia y Moravia, tercera fuerza política del país, imitando el proceso que se siguió hace pocos años contra la Unión de la Juventud Comunista Checa (KSM).
El ataque contra el PCBM se basa exclusivamente en la valoración subjetiva sobre su posición marxista, y para nosotros supone un ataque a todos los comunistas, a todos los obreros, a todos los antifascistas que lucharon en ese país, en el nuestro y en toda Europa, contra el fascismo y el nazismo.
Igualmente, en otros países ya se han ilegalizado los símbolos comunistas (Polonia, Rumanía), se han creado leyes expresamente dirigidas a dificultar o criminalizar la actividad de organizaciones comunistas, y todo ello con el apoyo de las organizaciones que sirven al capital monopolista europeo, tales como la UE, la OSCE y el Consejo de Europa, que dan cobertura ideológica a estos atropellos.
Ante esta situación, el Comité Ejecutivo del PCPE hace los siguientes llamamientos:
-A iniciar todas las acciones posibles de protesta y movilización frente al intento de la RAE de tergiversar la historia y equiparar comunismo con fascismo y nazismo.
-A llevar a cabo acciones de solidaridad con los comunistas checos, ante las embajadas y consulados de la República Checa en España.
-A redoblar la batalla ideológica en todos los frentes con el fin de dejar sin efecto estos nuevos episodios del más burdo anticomunismo, combatiendo las posiciones derrotistas, reformistas y oportunistas en el seno de las organizaciones de izquierda, así como las manipulaciones y ataques procedentes del izquierdismo y otros elementos que, con retórica supuestamente socialista, pretenden extender las posiciones ideológicas burguesas.
Comité Ejecutivo
Partido Comunista de los Pueblos de España
Madrid, 22 de diciembre de 2009.
domingo, 27 de diciembre de 2009
sábado, 26 de diciembre de 2009
Ballet Nacional chino incluye obras comunistas en festejos por sus 50 años
Dos de las obras que el régimen comunista utilizó como propaganda durante la Revolución Cultural (1966-76) para ensalzar la lucha que llevó a la creación de la República Popular de China, han sido incluidas en el programa con el que el Ballet Nacional de China celebra durante este mes su 50 aniversario.
El espectáculo "El destacamento rojo de mujeres", ballet del que también se hizo una película que recorrió el mundo y se convirtió en obra de culto por su música conmovedora y baile innovador, fue elegido por la compañía para celebrar su medio siglo en Pekín mientras que en Shanghái lo fue "La chica del pelo blanco".
Si en la primera, durante la guerra contra los nacionalistas en los años 30, una joven esclava escapa de un brutal terrateniente en la isla sureña de Hainan y se une a un destacamento de mujeres del Ejército Rojo, que llegaría a dirigir, en la segunda, otra joven sufre la pobreza que incluso lleva a su padre al suicidio.
La lucha de Wu Qinghua por escapar de la esclavitud del rico Nan Baitian, que la regaló a su amigo Hong Changqing, y quien acabará convirtiéndola en revolucionaria, quedó plasmada en la primera.
La ópera concluye con el sueño de Wu cumplido: el terrateniente cae a manos del Ejército Rojo y ella es nombrada jefa de la División Roja de Mujeres e incorporada al Partido Comunista de China (PCCh), que dirigirá el país desde 1949 hasta hoy.
En Shanghái, capital económica de China, la "ópera revolucionaria modelo" que se representó fue "La chica con el pelo blanco" en la que la joven Xi Er, sufre las consecuencias de la pobreza que obligó a su padre a suicidarse por no poder devolver un préstamo al terrateniente Huang Shiren, quien la había comprado.
Con sus cabellos blancos por el sufrimiento, Xi se escapa y se esconde en una cueva montañosa hasta que el Ejército Rojo mata al terrateniente y la libera.
Son dos de las "Yang Ban Xi", las óperas revolucionarias modelo creadas durante la Revolución Cultural que todavía son muy populares en China, especialmente para la generación de esa época, pero también para la generación actual.
En el documental "Yang Ban Xi: The Eight Model Works", el director Yan Ting Yuen entrevista a los artistas que participaron en la creación y representación de esas óperas de 1966 a 1976.
Otras obras "modelo" de virtudes y heroísmo revolucionario son: "Ocupar la montaña con estrategia de tigre", "Tigre Blanco", "La linterna roja", "La aldea de Sha Jia Bang" y "El Puerto".
Con esas obras, las compañías viajaban hasta las aldeas más remotas del país recordando a millones de personas el sufrimiento del pueblo hasta la conquista del poder por los comunistas.
Al llevarlas ahora de nuevo a escena, los responsables del Ballet Nacional de China permitieron al público que pudo asistir, en el caso de Pekín a la única de las dos representaciones (la otra fue sólo para las autoridades), recordar momentos históricos.
Una exhibición fotográfica en el vestíbulo del Teatro Tianqiao recordó la asistencia al ballet en décadas pasadas de líderes chinos como Mao Zedong, Zhou En Lai o Deng Xiaoping, o visitantes extranjeros, como Ernesto Che Guevara.
Las imágenes de ensayos de bailarines de diferentes generaciones y representaciones en el extranjero posteriores a la Revolución Cultural, fueron también incluidas en la muestra.
El Ballet Nacional de China, fundado el 31 de diciembre de 1959, es uno de los pocos en el mundo que cuenta con su propia orquesta sinfónica, un departamento de arte escénico y su propio foro, el Teatro Tianqiao, que data de 1953.
Fuente: Efe
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lunes, 7 de diciembre de 2009
El Caribe, un aliado de Cuba
Celebran aniversario 37 de las relaciones diplomáticas entre Cuba y la región
Yailé Balloqui Bonzón
Hace 37 años, un 8 de diciembre 1972, cuatro países del área del Caribe —Barbados, Guyana, Jamaica y Trinidad y Tobago— establecieron de forma simultánea relaciones diplomáticas plenas con Cuba, justo en un momento en el que la Isla se encontraba prácticamente aislada dentro del continente, y enfrascada en su empeño de formar una nación socialista que rompiera los cánones políticos hasta ese momento impuestos en buena parte del mundo.
Según iban obteniendo su independencia, los demás estados caribeños siguieron estos pasos y establecieron lazos diplomáticos con La Habana. Desde entonces, la cooperación política, económica y técnica se ha desarrollado de manera estable y Cuba siempre ha encontrado en los estados miembros del Caricom (la Comunidad del Caribe) un respaldo firme en su lucha contra el bloqueo de Estados Unidos.
En recordación de la plausible acción de los cuatro estados hermanos, se instauró el 8 de diciembre como el Día Cuba-Caricom porque, como ha reiterado el comandante en jefe Fidel Castro, esta fue una decisión audaz y valiente del Caribe, con el cual nos unen lazos culturales e históricos, porque la Isla es parte de él.
De ahí surgió la necesidad de promover los estudios sobre la región desde una perspectiva multidisciplinaria y transdisciplinaria, así como favorecer la formación de profesionales estudiosos del Caribe. Para ello se fundó la Cátedra de Estudios del Caribe de la Universidad de La Habana, el 10 de diciembre de 2004, comenta en conversación con Juventud Rebelde la doctora Milagros Martínez, secretaria ejecutiva de la Cátedra.
Así se hizo realidad una perspectiva altamente anhelada por la academia cubana. Entre sus principales tareas está darle una organización y sistematización a todo el caudal de estudios caribeños que ya existía aquí en la Universidad, apuntó Milagros.
Durante esta primera etapa —dice— fue conducida acertadamente por intelectuales tan distinguidos como el escritor Alejo Carpentier y la doctora Graziella Pogolotti, entre otros.
En ella tratamos de profundizar en lo que es la región y trabajamos estrechamente junto a historiadores, economistas, politólogos, sociólogos, demógrafos, ambientalistas, en un abordaje desde las diferentes disciplinas, que tiene como hilo central el Caribe, destacó Martínez.
Como parte de las actividades convocadas cada año para recordar el 8 de diciembre de 1972, la Cátedra de Estudios del Caribe de la Universidad de La Habana abre un momento académico que, en esta oportunidad, recordará estos 37 años de relaciones, y los cinco años de creada la Cátedra.
Las actividades comienzan este martes en el Aula Magna del alto centro de estudios, y tendrán momento especial en el otorgamiento, por vez primera y con carácter post mórtem, de la distinción Este Caribe Nuestro al destacado diplomático cubano Lázaro Cabezas González, «pieza clave para el trabajo de la proyección externa de la Isla hacia el Caribe», explicó Martínez.
Haremos también allí —sostuvo— un breve balance sobre el trabajo de la Cátedra en este último año y la presidenta y vicepresidenta de la misma, la historiadora Digna Castañeda y la economista Tania García, respectivamente, harán una presentación sobre la región, desde sus disciplinas.
Los días 9 y 10 tendrá lugar el taller La diáspora caribeña en Canadá, donde se analizará la «fortísima presencia en la vida política, cultural, económica y académica de ese país de las naciones del Caribe, sobre todo de Jamaica y Haití».
Las relaciones entre Cuba y los países del Caricom están en un excelente momento, valoró la especialista. «Pensamos que aquella decisión tomada en 1972 ha sido honrada por todas las partes, y Cuba siempre ha encontrado en el Caribe el aliado que nos ha acompañado en los momentos más difíciles», sentenció Milagros Martínez.
Fuente: Juventud Rebelde
Yailé Balloqui Bonzón
Hace 37 años, un 8 de diciembre 1972, cuatro países del área del Caribe —Barbados, Guyana, Jamaica y Trinidad y Tobago— establecieron de forma simultánea relaciones diplomáticas plenas con Cuba, justo en un momento en el que la Isla se encontraba prácticamente aislada dentro del continente, y enfrascada en su empeño de formar una nación socialista que rompiera los cánones políticos hasta ese momento impuestos en buena parte del mundo.
Según iban obteniendo su independencia, los demás estados caribeños siguieron estos pasos y establecieron lazos diplomáticos con La Habana. Desde entonces, la cooperación política, económica y técnica se ha desarrollado de manera estable y Cuba siempre ha encontrado en los estados miembros del Caricom (la Comunidad del Caribe) un respaldo firme en su lucha contra el bloqueo de Estados Unidos.
En recordación de la plausible acción de los cuatro estados hermanos, se instauró el 8 de diciembre como el Día Cuba-Caricom porque, como ha reiterado el comandante en jefe Fidel Castro, esta fue una decisión audaz y valiente del Caribe, con el cual nos unen lazos culturales e históricos, porque la Isla es parte de él.
De ahí surgió la necesidad de promover los estudios sobre la región desde una perspectiva multidisciplinaria y transdisciplinaria, así como favorecer la formación de profesionales estudiosos del Caribe. Para ello se fundó la Cátedra de Estudios del Caribe de la Universidad de La Habana, el 10 de diciembre de 2004, comenta en conversación con Juventud Rebelde la doctora Milagros Martínez, secretaria ejecutiva de la Cátedra.
Así se hizo realidad una perspectiva altamente anhelada por la academia cubana. Entre sus principales tareas está darle una organización y sistematización a todo el caudal de estudios caribeños que ya existía aquí en la Universidad, apuntó Milagros.
Durante esta primera etapa —dice— fue conducida acertadamente por intelectuales tan distinguidos como el escritor Alejo Carpentier y la doctora Graziella Pogolotti, entre otros.
En ella tratamos de profundizar en lo que es la región y trabajamos estrechamente junto a historiadores, economistas, politólogos, sociólogos, demógrafos, ambientalistas, en un abordaje desde las diferentes disciplinas, que tiene como hilo central el Caribe, destacó Martínez.
Como parte de las actividades convocadas cada año para recordar el 8 de diciembre de 1972, la Cátedra de Estudios del Caribe de la Universidad de La Habana abre un momento académico que, en esta oportunidad, recordará estos 37 años de relaciones, y los cinco años de creada la Cátedra.
Las actividades comienzan este martes en el Aula Magna del alto centro de estudios, y tendrán momento especial en el otorgamiento, por vez primera y con carácter post mórtem, de la distinción Este Caribe Nuestro al destacado diplomático cubano Lázaro Cabezas González, «pieza clave para el trabajo de la proyección externa de la Isla hacia el Caribe», explicó Martínez.
Haremos también allí —sostuvo— un breve balance sobre el trabajo de la Cátedra en este último año y la presidenta y vicepresidenta de la misma, la historiadora Digna Castañeda y la economista Tania García, respectivamente, harán una presentación sobre la región, desde sus disciplinas.
Los días 9 y 10 tendrá lugar el taller La diáspora caribeña en Canadá, donde se analizará la «fortísima presencia en la vida política, cultural, económica y académica de ese país de las naciones del Caribe, sobre todo de Jamaica y Haití».
Las relaciones entre Cuba y los países del Caricom están en un excelente momento, valoró la especialista. «Pensamos que aquella decisión tomada en 1972 ha sido honrada por todas las partes, y Cuba siempre ha encontrado en el Caribe el aliado que nos ha acompañado en los momentos más difíciles», sentenció Milagros Martínez.
Fuente: Juventud Rebelde
viernes, 4 de diciembre de 2009
«In the loop»
El escocés de ascendencia italiana Armando Iannucci es un prestigioso realizador de televisión que debuta en la pantalla grande con una sátira política, que aplica el humor inteligente a una disección del origen de la invasión de Iraq, dentro de los entresijos de las componendas entre norteamericanos y británicos para asegurarse el liderazgo mundial.
Mikel Insausti
He leído en algún sitio que a «In the Loop» solamente le falta la locura de Peter Sellers para ser el «¿Teléfono rojo? Volamos hacía Moscú» de la época actual. Si partimos de la base de que los tiempos han cambiado, justo es reconocer que ya no pude haber humoristas como Sellers, del mismo modo que la visión de la política es otra bien distinta.
La principal diferencia entre ambas películas reside en que la influencia de la Segunda Guerra Mundial ya no pesa tanto porque, a fin de cuentas, de lo que hablaba Kubrick era de una Tercera Guerra Mundial con armamento nuclear, y ese es un concepto definitivamente superado.
Hoy en día lo que está en juego es el control sobre los recursos energéticos, con Oriente Medio como escenario principal de la estrategia. Apostaría a que «In the Loop» se parece más a «La cortina de humo», aquella estupenda sátira del poder que Barry Levinson realizó en 1997 sobre un demoledor guión de David Mamet. Hay que otorgarle además su enorme visión anticipatoria, al adelantarse a la Invasión de Iraq sobre la base de conflictos como el del Golfo o el de los Balcanes.
Fue la primera película que vino a introducir el concepto de guerra mediática, en cuanto que se trataba, como bien decía el título, de una crisis internacional orquestada para tapar un escándalo presidencial justo antes de las elecciones. Ahora, «In the Loop» se adentra todavía más si cabe por esa senda abierta.
En Hollywood le tienen verdadero pánico a las películas sobre la invasión de Iraq, pues las consideran veneno para la taquilla y un fracaso seguro. Los británicos demuestran una vez ser más inteligentes que los norteamericanos, ya que los responsables de «In the Loop» se guardan muy mucho de mencionar directamente a Iraq, pero todo el público sabe que el argumento se refiere a esa parte del mapa.
Eso se lo dejan a otro compatriota suyo, al arriesgado cineasta Paul Greengrass, que está dispuesto a jugarse su continuidad al otro lado del charco con «Green Zone», localizada durante la ocupación de Bagdad por las tropas norteamericanas en el 2003. La Universal condicionó el apoyo económico al proyecto con el compromiso del director para una cuarta entrega de la saga Bourne, a lo que finalmente se ha negado, así que habrá que esperar a la primavera para ver cómo se resuelve semejante desafío.
Por su parte, «In the Loop» se ganó a la audiencia estadounidense gracias a la estupenda acogida crítica en el Festival de Sundance, corroborada después en Los Ángeles. A nivel local, la película ya tenía él éxito asegurado, al hacerse con tres premios BAFTA del cine escocés. Puede extrañar, pero el debutante Armando Iannucci, a pesar del nombre y apellido que delatan su ascendencia italiana, es natural de Escocia.
Armando Iannucci no les sonará mucho a los cinéfilos, ya que le van a descubrir con este su primer largometraje para la pantalla grande. En cambio, para los que siguen las series de televisión en inglés por los canales vía satélite es el no va más. Es uno de los creadores en los que se apoyan quienes defienden que la actual ficción televisiva anglosajona es mejor que la cinematográfica, una discusión en la que por falta de conocimiento del medio televisivo internacional no puedo ni debo entrar.
Trampolín televisivo
Lo que sí he de decir es que su serie «The Thick of It» cuenta con todas las bendiciones, y es considerada como el trampolín desde que ha dado el salto al cine con «In the Loop». Pasa por ser una teleserie modélica dentro de la sátira política, y que además de causticidad exhibe una calidad técnica y narrativa similar a la de «The Office», de la que los norteamericanos no han tardado en hacer su correspondiente versión.
No obstante, ellos afirman que «In the Loop» vendría ser el equivalente inglés a «El ala oeste de la Casa Blanca», porque está contada a un ritmo vertiginoso que combina infinidad de situaciones y personajes.
Es posible que a los espectadores no estén acostumbrados a la constante entrada y salida de múltiples intérpretes en escena, así como a los continuos cambios de localizaciones de estas trepidantes teleseries, les cueste hacerse a las hechuras de «In the Loop», que ofrece exactamente eso pero concentrado en un largometraje de hora y tres cuartos de duración.
Para el reparto coral trabajar en una película de tales características ha supuesto un auténtico «tour de force», y cuantos actores y actrices han participado coinciden a la hora de señalar que al principio no se adaptaban al peculiar estilo Iannucci.
Sin embargo, todos ellos terminaron el rodaje encantados con la experiencia, porque aporta al cine un método importado de otro medio. Si en televisión Iannucci basa su humor en la improvisación, con más razón a propósito de una historia como la que describe «In the Loop», donde los políticos hacen de la improvisación un arte perverso, debido a su tendencia a tomar las decisiones sobre la marcha.
El conflicto que presenta «In the Loop» nace, en efecto, de unas declaraciones improvisadas. Un ministro británico preguntado por la amenaza de una guerra en Oriente Medio, responde con una figura retórica que se le va de las manos. Utiliza la metáfora del avión que se pierde en medio de la niebla y para cuyo piloto la proximidad de las montañas u otros obstáculos resulta imprevisible. El termino «imprevisible» es manipulado por sus colegas norteamericanos, que buscan excusas para materializar el margen de duda dejado en al aire con sus palabras.
El pretexto es lo de menos, porque ya se sabe que en la realidad lo fueron las armas de destrucción masiva que jamás fueron encontradas a Saddam Hussein, una vez derrocado.
La guerra es un puro disparate que depende de decisiones igualmente disparatadas, razón por la que «In the Loop» es una comedia sobre el sinsentido de la política exterior. A falta de teóricos enemigos desde el final de la Guerra Fría, la alianza transoceánica entre británicos y norteamericanos se inventa zonas de intervención a capricho.
La ocupación de territorios a cargo de tropas armadas las diseñan políticos de salón que nunca han estado en el frente, porque de haber estado jamás ordenarían entrar en combate. Una idea que es ilustrada a través del personaje encarnado por James Gandolfini, un militar que trata de evitar la movilización del ejército y el tener que cargar con más muertes. Esto a los civiles que toman las decisiones desde sus cómodos despachos en la retaguardia les da igual, porque nunca se van a manchar las manos de sangre. Basta que haya alguien con ganas de apretar el simbólico botón rojo para que el lío se dispare, y es el actor David Rasche al que le toca hacer las veces del Donald Rumsfeld de turno, reconocible por sus impulsos genocidas y por usar una granada de pisapapeles.
David Rasche no debe pasar desapercibido
La recuperación de David Rasche se debe a los hermanos Coen, que se acordaron de él para su comedia negra «Quemar después de leer». Es el género que mejor domina este veterano actor de 65 años, que tuvo su momento de fama en los 80, cuando protagonizó la teleserie «Sledge Hammer!», parodia de «Mike Hammer» y del duro detective encarnado por Stacy Keach. Rasche debutó en el cine en 1978 a las ordenes del comediógrafo Paul Mazursky, con «Una mujer descasada». Woody Allen se fijó en él y le llamó para «Manhattan». Su fisonomía de villano burlón le orientó luego hacia papeles más caricaturescos.
Fuente: Gara
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