Por Bruno Matapay
Agencia Prensa Rural
La investigación realizada por el gobierno boliviano en torno al eventual magnicidio contra su presidente, Evo Morales, ha puesto de manifiesto la vinculación de una red internacional que incluye mercenarios europeos, ex militares golpistas argentinos y una telaraña de oenegés y fundaciones de extrema derecha con asiento en Colombia.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, pidió colaboración al gobierno argentino para buscar a ex militares «carapintadas» de la dictadura que estarían vinculados con la banda que planeaba matar al presidente boliviano, Evo Morales, y que fue desbaratada tras un enfrentamiento en Santa Cruz, que se saldó con tres muertos.
Ese lugar, conocido como la Media Luna, es el epicentro de un permanente ejercicio de golpes y acciones violentas de la ultraderecha boliviana contra el Gobierno, pero allí también subsisten ex militares, ex policías, paramilitares y empresarios ligados a las antiguas dictaduras de Argentina, Chile, Paraguay y Brasil, que conviven con nazis alemanes y croatas.
A partir de las investigaciones bolivianas sobre la activa ultraderecha de la Media Luna, se deriva la vinculación al eventual magnicidio de prófugos húngaros y al menos dos ex militares argentinos, uno de los cuales llegó a Bolivia desde Hungría con documentación africana.
Las autoridades bolivianas destacan que uno de los mencionados ex «carapintadas», Jorge Mones Ruiz, mantuvo contactos con Eduardo Rózsa, ex combatiente del régimen fascista de Croacia en la guerra de Yugoslavia, donde también participaron numerosos ex militares de la dictadura argentina en el exterminio de serbios y antifascistas, avalado por la comunidad internacional encabezada por Alemania y Estados Unidos.
Rózsa, muerto en enfrentamiento con la policía boliviana, junto al rumano Mayarosi Ariad y el irlandés Duayer Michel Martin, habría sido quien encabezaba el grupo de acción. Mones Ruiz llegó a Bolivia como delegado de la Fundación UnoAmérica, conformada en Colombia en diciembre con lo más granado de la derecha regional. UnoAmérica está ligada a la Fundación Heritage de EEUU y a todo el entramado de grupos similares que dependen de CIA.
UnoAmérica está compuesta en Colombia por organizaciones como la Fundación Defensa Patria, adscrita a la Cuarta Brigada y fundada para “ayudar al soldado en los ámbitos de bienestar, como también en la atención integral de sus familias frente a los embates de su vida como soldado”, según el brigadier general Juan Pablo Rodríguez Barragán; y la Federación Verdad Colombia, cuyo origen se remonta a 1995, cuando las Fuerzas Militares crearon la oenegé Centro de Análisis Sociopolíticos para contrarrestar las denuncias de las organizaciones de derechos humanos. A partir de esta iniciativa, otras instituciones que compartían el mismo interés se unieron alrededor de la FVC, presidida por Miguel Posada Samper, alto ejecutivo del grupo financiero Bolívar, quien también es asesor en temas de seguridad del presidente Álvaro Uribe Vélez.
UnoAmérica se conformó durante una reunión realizada en Bogotá entre los días 12, 13 y 14 de diciembre de 2008 en la que se dieron cita “delegaciones de diversos países latinoamericanos”.
Al revisar las fundaciones asociadas a UnoAmérica surge la evidencia de que todas dependen de las “centrales” como la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID, en sus siglas en inglés) o la National Endowment Foundation (NED)-que aparece entre nosotros como destinada a “financiar” la democracia- y otras similares con sede en Estados Unidos y en Europa.
A estas dos últimas se las conoce como “la cara social de la CIA ” y desde los años 80 y trabajan en toda la región financiando proyectos, movimientos y oposiciones supuestamente “democráticas”.
UnoAmérica está asociada a la Heritage Foundation, cuyos integrantes redactaron los Documentos de Santa Fe uno, dos, tres y cuatro, entre otros, de nefastas consecuencias para América Latina.
Otros lazos de UnoAmérica nos llevan a la ultraderechista Fundación para el Análisis Económico Social (Faes) que dirige el ex presidente de España José María Aznar y a la Fundación Internacional para la Libertad presidida por el escritor peruano-español, Mario Vargas Llosa, de conocida actuación en contra de los gobiernos progresistas de la región.
Para los creadores de este nuevo engendro, "América Latina está en peligro" porque existen “14 países latinoamericanos, cuyos gobiernos pertenecen o están vinculados al Foro de Sao Paulo, y aunque llegaron al poder por la vía democrática, muchos de ellos están destruyendo la democracia y coartando las libertades, como es el caso de Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, Cristina Kirchner y Daniel Ortega”.
Con el argumento de que UnoAmérica fue creado para enfrentar al Foro de Sao Paulo, se proponen proporcionar “a los sectores democráticos de América un mecanismo de intercambio de información, coordinación permanente y apoyo mutuo”, una versión remozada de la Operación Cóndor, la coordinadora de las dictaduras militares de los años 70 creada para enfrentar lo que llamaban una “insurgencia supranacional”.
sábado, 25 de abril de 2009
domingo, 19 de abril de 2009
Crítica de cine: «París, París»
Mikel INSAUSTI
Gara, 15 de abril de 2009
He leído por ahí comentarios llenos de prejuicios, en los que se afirma que “París, París” es más de lo mismo, y que Christophe Barratier repite la fórmula que tanto éxito le diera con su ópera-prima “Los niños del coro”. De eso nada, porque la única presencia infantil que hay en su segundo largometraje es la de un pequeño acordeonista que, además, está la mayor parte del metraje fuera de los escenarios parisinos donde su padre, que ha perdido la custodia del crío por culpa de una mala racha laboral, es uno de los protagonistas de una obra coral que homenajea a los tiempos del Frente Popular. La acción transcurre tras las elecciones de 1936, cuando un grupo de trabajadores del teatro Chansonia, situado en el idílico barrio de Faubourg, forman una cooperativa para montar un espectáculo por su cuenta y riesgo. Gracias a la magia de las canciones populares conectarán con la esperanzada clase obrera dispuesta a luchar contra la amenaza fascista, porque allí van a encontrar su propia forma de entretenimiento y un contagiosa alegría de vivir.
“París, París” dispone de muchos más medios para la puesta en escena que “Los niños del coro”, a fin de recrear el ambiente arrabalero que palpitaba entre Montmartre y Belleville, por medio de unos espectaculares decorados construidos en los estudios de Praga. Es una fantasía que evoca una ciudad que ya ha desaparecido, aunque quede algo de su romanticismo en algún que otro viejo café a orillas del Sena. No es un musical, pero está lleno de números coreografiados en la mejor tradición de Busby Berkeley, lo que le confiere un aire de universalidad que trasciende los localismos. Es, para entendernos, una película nostálgica y entrañable como “Cinema Paradiso”, que recrea una época convenientemente idealizada. Las canciones son fieles a la estética «retro» del conjunto, pero han sido dotadas de una frescura que las hace del todo accesibles para las audiencias contemporáneas. La gente sale de la sala de cine silbando el tema principal.
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antifascismo,
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memoria histórica
sábado, 18 de abril de 2009
La reaparición del senderismo: Una política en la emboscada
Por Carlos Noriega
Desde Lima
La emboscada el último jueves a dos patrullas militares, que dejó 14 soldados muertos y cuatro heridos, ha levantado serios cuestionamientos a la estrategia gubernamental para enfrentar al narcotráfico y a las últimas columnas que quedan del grupo armado maoísta Sendero Luminoso, que actúan juntos en las zonas productoras de coca. Este ha sido el mayor ataque de Sendero Luminoso en los últimos seis meses. En octubre del año pasado, una emboscada senderista en la misma zona del ataque del Jueves Santo dejó 13 militares y dos civiles muertos. Este último ataque se produjo en medio de las repercusiones por la condena a 25 años de prisión al ex dictador Alberto Fujimori (1990-2000) por la guerra sucia que llevó a cabo en contra de la subversión armada, y los partidarios de Fujimori han intentado aprovechar este hecho para resaltar una supuesta debilidad frente a la subversión armada y defender la política de “mano dura” de Fujimori.
El ataque contra las patrullas militares se produjo en la región de Ayacucho, en el valle de los ríos Apurímac y Ene, zona conocida como el Vrae, ubicada unos 320 kilómetros al sudeste de Lima. Esta es una zona empobrecida y aislada del resto del país, donde la economía gira alrededor de la producción de la hoja de coca. Con más de 15 mil hectáreas de coca sembradas, el Vrae es un abastecedor clave de las mafias del narcotráfico que elaboran cocaína. En este valle cocalero, Sendero Luminoso, derrotado en el resto del país, se ha hecho fuerte y, en alianza con el narcotráfico, controla el lugar.
El Vrae, una zona montañosa agreste y de tupida vegetación, que está ubicada entre los Andes y la selva amazónica, se ha convertido en el último reducto de Sendero Luminoso. En los años 80, Sendero inició una lucha armada desde Ayacucho, región donde se localiza el Vrae, que llevó al país a su etapa de mayor violencia en su historia, en la que el terrorismo y la guerra sucia del Estado dejaron unos 70 mil muertos. Derrotado luego de la captura de su mesiánico líder Abimael Guzmán, en septiembre de 1992, Sendero es ahora un grupo aislado y reducido a su enclave del Vrae, donde, sin embargo, mantiene capacidad militar, como lo demostró con la emboscada del pasado jueves.
No se tienen cifras precisas sobre el número de senderistas en la zona, pero las estimaciones señalan que pasaría de los 300 hombres armados. “En 2006 se calculaba que había unos 350 senderistas armados, pero creo que han crecido en los últimos años”, señala el sociólogo Jaime Antezana, experto en temas de violencia y narcotráfico. “Sendero Luminoso se ha convertido en una estructura armada articulada al narcotráfico. Los senderistas protegen el transporte de la droga, controlan las rutas del narcotráfico”, asegura Antezana.
En agosto de 2008, el gobierno de Alan García lanzó una operación militar, denominada Operación Excelencia, para buscar derrotar a Sendero en el Vrae. Los militares tomaron algunos poblados claves del Vrae; como Vizcatán, centro neurálgico del valle y de Sendero Luminoso, pero está lejos de haber logrado una victoria sobre Sendero y el narcotráfico. Por el contrario, diversos analistas coinciden en asegurar que la última emboscada ha puesto en evidencia que la Operación Excelencia ha fracasado. El Gobierno niega su fracaso y asegura que el senderismo está dando “manotazos de ahogado” con ataques como el del Jueves Santo. Sin embargo, las cifras de la Operación Excelencia son contundentes: hay unos 40 militares muertos en distintas emboscadas, pero hasta ahora no hay ningún senderista detenido ni muerto. “Los senderistas se llevan a sus muertos, por eso no se puede hacer un conteo de cuántas bajas han tenido”, ha dicho el ministro de Defensa, Antero Flores Aráoz, intentando responder a los cuestionamientos a su gestión. Pero luego de la última emboscada, el Gobierno tiene cada vez más problemas para ocultar su fracaso en el Vrae.
fuente: Página 12
Desde Lima
La emboscada el último jueves a dos patrullas militares, que dejó 14 soldados muertos y cuatro heridos, ha levantado serios cuestionamientos a la estrategia gubernamental para enfrentar al narcotráfico y a las últimas columnas que quedan del grupo armado maoísta Sendero Luminoso, que actúan juntos en las zonas productoras de coca. Este ha sido el mayor ataque de Sendero Luminoso en los últimos seis meses. En octubre del año pasado, una emboscada senderista en la misma zona del ataque del Jueves Santo dejó 13 militares y dos civiles muertos. Este último ataque se produjo en medio de las repercusiones por la condena a 25 años de prisión al ex dictador Alberto Fujimori (1990-2000) por la guerra sucia que llevó a cabo en contra de la subversión armada, y los partidarios de Fujimori han intentado aprovechar este hecho para resaltar una supuesta debilidad frente a la subversión armada y defender la política de “mano dura” de Fujimori.
El ataque contra las patrullas militares se produjo en la región de Ayacucho, en el valle de los ríos Apurímac y Ene, zona conocida como el Vrae, ubicada unos 320 kilómetros al sudeste de Lima. Esta es una zona empobrecida y aislada del resto del país, donde la economía gira alrededor de la producción de la hoja de coca. Con más de 15 mil hectáreas de coca sembradas, el Vrae es un abastecedor clave de las mafias del narcotráfico que elaboran cocaína. En este valle cocalero, Sendero Luminoso, derrotado en el resto del país, se ha hecho fuerte y, en alianza con el narcotráfico, controla el lugar.
El Vrae, una zona montañosa agreste y de tupida vegetación, que está ubicada entre los Andes y la selva amazónica, se ha convertido en el último reducto de Sendero Luminoso. En los años 80, Sendero inició una lucha armada desde Ayacucho, región donde se localiza el Vrae, que llevó al país a su etapa de mayor violencia en su historia, en la que el terrorismo y la guerra sucia del Estado dejaron unos 70 mil muertos. Derrotado luego de la captura de su mesiánico líder Abimael Guzmán, en septiembre de 1992, Sendero es ahora un grupo aislado y reducido a su enclave del Vrae, donde, sin embargo, mantiene capacidad militar, como lo demostró con la emboscada del pasado jueves.
No se tienen cifras precisas sobre el número de senderistas en la zona, pero las estimaciones señalan que pasaría de los 300 hombres armados. “En 2006 se calculaba que había unos 350 senderistas armados, pero creo que han crecido en los últimos años”, señala el sociólogo Jaime Antezana, experto en temas de violencia y narcotráfico. “Sendero Luminoso se ha convertido en una estructura armada articulada al narcotráfico. Los senderistas protegen el transporte de la droga, controlan las rutas del narcotráfico”, asegura Antezana.
En agosto de 2008, el gobierno de Alan García lanzó una operación militar, denominada Operación Excelencia, para buscar derrotar a Sendero en el Vrae. Los militares tomaron algunos poblados claves del Vrae; como Vizcatán, centro neurálgico del valle y de Sendero Luminoso, pero está lejos de haber logrado una victoria sobre Sendero y el narcotráfico. Por el contrario, diversos analistas coinciden en asegurar que la última emboscada ha puesto en evidencia que la Operación Excelencia ha fracasado. El Gobierno niega su fracaso y asegura que el senderismo está dando “manotazos de ahogado” con ataques como el del Jueves Santo. Sin embargo, las cifras de la Operación Excelencia son contundentes: hay unos 40 militares muertos en distintas emboscadas, pero hasta ahora no hay ningún senderista detenido ni muerto. “Los senderistas se llevan a sus muertos, por eso no se puede hacer un conteo de cuántas bajas han tenido”, ha dicho el ministro de Defensa, Antero Flores Aráoz, intentando responder a los cuestionamientos a su gestión. Pero luego de la última emboscada, el Gobierno tiene cada vez más problemas para ocultar su fracaso en el Vrae.
fuente: Página 12
jueves, 16 de abril de 2009
Afirma Morales que mercenarios extranjeros iban a atentar contra su vida
Según el presidente de Bolivia estas personas pensaban "atentar contra la vida del vicepresidente, y la de Evo Morales. Son mercenarios extranjeros, son irlandeses, húngaros y por supuesto no hay bolivianos".
AFP
Publicado: 16/04/2009 13:02
Cumana, Venezuela. El gobierno de Bolivia aseguró este jueves que una "banda de terroristas mercenarios" de croatas, irlandeses y bolivianos, tres de los cuales fueron abatidos a tiros este jueves, planificó asesinar al presidente Evo Morales, al vicepresidente Alvaro García y al prefecto opositor de Santa Cruz.
No obstante, desde Caracas, Morales había asegurado que en la agrupación "por supuesto no hay bolivianos".
"Hay documentos en los que se establece que el prefecto (gobernador, Rubén) Costas estaría entre los blancos, el presidente de la República y el vicepresidente de la República", afirmó en conferencia de prensa el viceministro de Gobierno (Interior), Rubén Gamarra.
Gamarra explicó el operativo realizado en la ciudad de Santa Cruz, a 900 kilómetros al este de La Paz, donde la policía abatió este jueves a tres sujetos, involucrados en el atentado explosivo de un día antes en la casa del cardenal Julio Terrazas, máximo jerarca católico boliviano, sin causar daños personales.
Los tres individuos, cuyas identidades y nacionalidades no fueron precisadas, fueron ubicados en un céntrico hotel de Santa Cruz y posteriormente la Policía decomisó "grandes cantidades de explosivos y armas de grueso calibre", según dijo el comandante de la policía, general Víctor Hugo Escóbar.
El vicepresidente en ejercicio de Bolivia, Alvaro García, señaló que el grupo "era una banda de terroristas mercenarios crotas, irlandeses y bolivianos".
"Lo que corresponde es averiguar quién financiaba a este grupo de terroristas mercenarios", afirmó García, durante una conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno.
Desde Caracas, Morales había señalado que el grupo pretendía "atentar contra la vida del vicepresidente y la del Evo Morales" y aseguró que "son mercenarios extranjeros, son irlandeses, húngaros y por supuesto no hay bolivianos".
La policía prometió que en las próximas horas se precisará las nacionalidades de todos los involucrados con el grupo terrorista.
Morales se encuentra en Venezuela para participar en una reunión de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Honduras y Dominica), previa a la cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago.
AFP
Publicado: 16/04/2009 13:02
Cumana, Venezuela. El gobierno de Bolivia aseguró este jueves que una "banda de terroristas mercenarios" de croatas, irlandeses y bolivianos, tres de los cuales fueron abatidos a tiros este jueves, planificó asesinar al presidente Evo Morales, al vicepresidente Alvaro García y al prefecto opositor de Santa Cruz.
No obstante, desde Caracas, Morales había asegurado que en la agrupación "por supuesto no hay bolivianos".
"Hay documentos en los que se establece que el prefecto (gobernador, Rubén) Costas estaría entre los blancos, el presidente de la República y el vicepresidente de la República", afirmó en conferencia de prensa el viceministro de Gobierno (Interior), Rubén Gamarra.
Gamarra explicó el operativo realizado en la ciudad de Santa Cruz, a 900 kilómetros al este de La Paz, donde la policía abatió este jueves a tres sujetos, involucrados en el atentado explosivo de un día antes en la casa del cardenal Julio Terrazas, máximo jerarca católico boliviano, sin causar daños personales.
Los tres individuos, cuyas identidades y nacionalidades no fueron precisadas, fueron ubicados en un céntrico hotel de Santa Cruz y posteriormente la Policía decomisó "grandes cantidades de explosivos y armas de grueso calibre", según dijo el comandante de la policía, general Víctor Hugo Escóbar.
El vicepresidente en ejercicio de Bolivia, Alvaro García, señaló que el grupo "era una banda de terroristas mercenarios crotas, irlandeses y bolivianos".
"Lo que corresponde es averiguar quién financiaba a este grupo de terroristas mercenarios", afirmó García, durante una conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno.
Desde Caracas, Morales había señalado que el grupo pretendía "atentar contra la vida del vicepresidente y la del Evo Morales" y aseguró que "son mercenarios extranjeros, son irlandeses, húngaros y por supuesto no hay bolivianos".
La policía prometió que en las próximas horas se precisará las nacionalidades de todos los involucrados con el grupo terrorista.
Morales se encuentra en Venezuela para participar en una reunión de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Honduras y Dominica), previa a la cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago.
viernes, 10 de abril de 2009
Las mujeres de la Resistencia: «Espías en la sombra»
Aquellos que piensen que ya está todo contado sobre la II Guerra Mundial se equivocan, ya que faltaba una película dedicada a recoger la poco conocida participación de las mujeres en la Resistencia. Jean-Paul Salomé mezcla espionaje y acción bélica para narrar las aventuras de un comando femenino que lidera en la ficción Sophie Marceau, quien aprovecha su imagen previa como chica Bond para resultar creíble en su caracterización de experta tiradora.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Gara, 10 de abril de 2009
La mala costumbre que tienen los distribuidores de cambiar el título de las películas a veces resulta imperdonable, como en esta ocasión, en que el femmes del original, en lugar de ser traducido por «mujeres», ha sido reemplazado por «espías», palabra con un género indeterminado. Supone un error de bulto, puesto que lo que destaca «Les femmes de l'ombre» es, precisamente, la participación de las mujeres en la Resistencia. El tema ha sido estudiado por el cineasta Jean-Paul Salomé, con la colaboración del historiador Olivier Wierviorka, quien ha aportado una importante documentación al guión finalmente escrito entre Salomé y Laurent Vachaud. Con datos en la mano han ilustrado la verdadera gestación de un comando femenino, reclutado en el estado francés durante la II Guerra Mundial por los servicios secretos ingleses para apoyar el desembarco aliado en las costas de Normandía el famoso Día D.
En la película esa base histórica contribuye a un relato de acción bélica que vendría a ser el equivalente femenino de «Doce del patíbulo», configurando un tipo de sugerente ficción que para si hubiera querido Tarantino en su empeño de buscar variantes al clásico de Robert Aldrich.
No parece descabellado que Jean-Paul Salomé, conocido por su toque europeo para el cine de género con «La máscara del faraón» o «Arsène Lupin», haya confiado el protagonismo a una chica Bond. Con semejante precedente Sophie Marceau resulta perfectamente creíble en su rol de mujer de acción, como una experta tiradora que ha perdido a su marido bajo la Ocupación y desea contribuir a la derrota del enemigo nazi. Ella es la líder de un grupo especial formado por cinco mujeres, que se completa con Julie Depardieu, Deborah François, Marie Gillain y Maya Sansa.
Un homenaje del del director a las heroínas de verdad de la II Guerra Mundial
Jean Paul Salomé cuenta cómo la idea de hacer la película le vino cuando leía en Londres el «Times» y vio la esquela de una heroína de la II Guerra Mundial que moría a los 98 años. La documentación le descubrió el papel una cincuentena de mujeres que se apuntaron al grupo OSE para ser agentes de la Inteligencia Británica y miembros de la Resistencia. Cuando llegó la liberación del Estado francés, de Gaulle obvió el papel de estas mujeres. «Decidí corregir esta injusticia dándole el protagonismo a las mujeres que lucharon en la sombre para derrotar a los nazis», devela el director.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Gara, 10 de abril de 2009
La mala costumbre que tienen los distribuidores de cambiar el título de las películas a veces resulta imperdonable, como en esta ocasión, en que el femmes del original, en lugar de ser traducido por «mujeres», ha sido reemplazado por «espías», palabra con un género indeterminado. Supone un error de bulto, puesto que lo que destaca «Les femmes de l'ombre» es, precisamente, la participación de las mujeres en la Resistencia. El tema ha sido estudiado por el cineasta Jean-Paul Salomé, con la colaboración del historiador Olivier Wierviorka, quien ha aportado una importante documentación al guión finalmente escrito entre Salomé y Laurent Vachaud. Con datos en la mano han ilustrado la verdadera gestación de un comando femenino, reclutado en el estado francés durante la II Guerra Mundial por los servicios secretos ingleses para apoyar el desembarco aliado en las costas de Normandía el famoso Día D.
En la película esa base histórica contribuye a un relato de acción bélica que vendría a ser el equivalente femenino de «Doce del patíbulo», configurando un tipo de sugerente ficción que para si hubiera querido Tarantino en su empeño de buscar variantes al clásico de Robert Aldrich.
No parece descabellado que Jean-Paul Salomé, conocido por su toque europeo para el cine de género con «La máscara del faraón» o «Arsène Lupin», haya confiado el protagonismo a una chica Bond. Con semejante precedente Sophie Marceau resulta perfectamente creíble en su rol de mujer de acción, como una experta tiradora que ha perdido a su marido bajo la Ocupación y desea contribuir a la derrota del enemigo nazi. Ella es la líder de un grupo especial formado por cinco mujeres, que se completa con Julie Depardieu, Deborah François, Marie Gillain y Maya Sansa.
Un homenaje del del director a las heroínas de verdad de la II Guerra Mundial
Jean Paul Salomé cuenta cómo la idea de hacer la película le vino cuando leía en Londres el «Times» y vio la esquela de una heroína de la II Guerra Mundial que moría a los 98 años. La documentación le descubrió el papel una cincuentena de mujeres que se apuntaron al grupo OSE para ser agentes de la Inteligencia Británica y miembros de la Resistencia. Cuando llegó la liberación del Estado francés, de Gaulle obvió el papel de estas mujeres. «Decidí corregir esta injusticia dándole el protagonismo a las mujeres que lucharon en la sombre para derrotar a los nazis», devela el director.
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viernes, 3 de abril de 2009
Filmes de denuncia en Festival de Buenos Aires
"Let's make Money", una película del austríaco Edwin Wagenhofer, y "Food Inc", del estadounidense Robert Kenner, son dos duras denuncias contra el sistema financiero global y la industria alimenticia norteamericana, que pueden verse en el Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) en curso en Buenos Aires.
El filme de Wagenhofer, de 107 minutos, da la palabra a quienes hacen circular el dinero en las redes financieras, en los paraísos fiscales, y los contrapone con la realidad de la pobreza en África y Asia. Claro está que el filme fue terminado en 2008 y los gurúes que allí se refieren a los "beneficios de la globalización" financiera no llegan a responder acerca de la crisis económica que hoy afecta al mundo y que impactará en peor medida en los países más empobrecidos. "Let's make Money" se pregunta dónde está el dinero que el cliente deposita en el banco o en el fondo de pensiones porque, asegura, no se encuentra en el lugar en el que lo dejó. "Es posible que su pensión esté en uno de nuestros negocios porque los gerentes de pensiones quieren las mejores oportunidades alrededor del mundo", dice un hombre de negocios que desde Singapur maneja una empresa de inversiones en los países en desarrollo.
También afirma que allí se paga una tasa más baja porque el país quiere convertirse en un centro de finanzas.
Imágenes de lingotes de oro, de cómo se hacen, son la contracara de trabajadores de ambos sexos golpeando la piedra en las canteras africanas u hombres, mujeres y niños tirados en las calles indias.
Este documental realiza un planteo similar al precedente de Wagenhofer, "We feed the World", de 2005, que expone lo oculto de la industria de la alimentación.
Justamente, ese es el tema central de la película de Kenner, quien pone al descubierto el funcionamiento del sistema alimenticio de Estados Unidos que, sostiene, está manejado por un puñado de empresas.
"Incluso si no comes en un negocio de comida rápida no comes carne fuera del sistema", advierte. Toda la película es una advertencia y una denuncia que busca crear conciencia en el consumidor a través de imágenes horrendas, por ejemplo de la producción de pollos, o mediante una madre cuyo hijo murió por contraer la bacteria del E-coli al ingerir una hamburguesa.
Kenner incursiona en las granjas y en las compañías para mostrar una cadena muy poderosa, con funcionarios que antes ocuparon cargos centrales en sus empresas, que deciden lo que los estadounidenses comen y cuyo objetivo es obtener menores costos de producción y mejores beneficios económicos. Según Kenner, la corporación McDonald's es el mayor proveedor de carne, papas, cerdo y manzanas en el país, donde las supervisiones de alimentos se han ido reduciendo drásticamente.
De acuerdo con el filme, de 94 minutos, cientos de mataderos de diversas empresas cerraron y sólo en unos pocos se concentra el ganado de todos los productores, que son controlados para producir más rápido y a menores costos. ¿Quién podría saber entonces de dónde proviene la carne que tiene E-coli? El documental se refiere también a la incursión de Monsanto en el mercado norteamericano con su soya transgénica. "En 1996, cuando Monsanto comenzó a vender el Round Up Ready (herbicida glifosato), sólo el 2% de la soya en Estados Unidos contenía su gen patentado. Para 2008, más del 90% de la soya en Estados Unidos contenía el gen patentado de Monsanto", explica el filme.
Es que Monsanto creó el herbicida y la semilla de soya genéticamente modificada para soportarlo. Entonces la empresa cobra por esa patente y, dice el filme, investiga a los productores para que no guarden semillas destinadas a la siembra siguiente, al tiempo que persiguen a quienes no decidieron plantar sus productos. El documental sostiene que trabajadores, animales y plantas son maltratados por este sistema que, afirma, contrata inmigrantes ilegales porque les paga poco y no están en condiciones de denunciar lo que ven. Contrapone todo ello a un productor orgánico de pollos y ganado ovino y porcino, quien tiene un negocio muy rentable, y un productor de lácteos orgánico, quien logró instalar sus productos en las cadenas de supermercados más grandes, como Wall Mart.
Ambas películas integran la sección más política del festival, La Tierra Tiembla.
El BAFICI está en curso hasta el domingo, con más de 400 películas en más de 20 salas de Buenos Aires. (ANSA).
El filme de Wagenhofer, de 107 minutos, da la palabra a quienes hacen circular el dinero en las redes financieras, en los paraísos fiscales, y los contrapone con la realidad de la pobreza en África y Asia. Claro está que el filme fue terminado en 2008 y los gurúes que allí se refieren a los "beneficios de la globalización" financiera no llegan a responder acerca de la crisis económica que hoy afecta al mundo y que impactará en peor medida en los países más empobrecidos. "Let's make Money" se pregunta dónde está el dinero que el cliente deposita en el banco o en el fondo de pensiones porque, asegura, no se encuentra en el lugar en el que lo dejó. "Es posible que su pensión esté en uno de nuestros negocios porque los gerentes de pensiones quieren las mejores oportunidades alrededor del mundo", dice un hombre de negocios que desde Singapur maneja una empresa de inversiones en los países en desarrollo.
También afirma que allí se paga una tasa más baja porque el país quiere convertirse en un centro de finanzas.
Imágenes de lingotes de oro, de cómo se hacen, son la contracara de trabajadores de ambos sexos golpeando la piedra en las canteras africanas u hombres, mujeres y niños tirados en las calles indias.
Este documental realiza un planteo similar al precedente de Wagenhofer, "We feed the World", de 2005, que expone lo oculto de la industria de la alimentación.
Justamente, ese es el tema central de la película de Kenner, quien pone al descubierto el funcionamiento del sistema alimenticio de Estados Unidos que, sostiene, está manejado por un puñado de empresas.
"Incluso si no comes en un negocio de comida rápida no comes carne fuera del sistema", advierte. Toda la película es una advertencia y una denuncia que busca crear conciencia en el consumidor a través de imágenes horrendas, por ejemplo de la producción de pollos, o mediante una madre cuyo hijo murió por contraer la bacteria del E-coli al ingerir una hamburguesa.
Kenner incursiona en las granjas y en las compañías para mostrar una cadena muy poderosa, con funcionarios que antes ocuparon cargos centrales en sus empresas, que deciden lo que los estadounidenses comen y cuyo objetivo es obtener menores costos de producción y mejores beneficios económicos. Según Kenner, la corporación McDonald's es el mayor proveedor de carne, papas, cerdo y manzanas en el país, donde las supervisiones de alimentos se han ido reduciendo drásticamente.
De acuerdo con el filme, de 94 minutos, cientos de mataderos de diversas empresas cerraron y sólo en unos pocos se concentra el ganado de todos los productores, que son controlados para producir más rápido y a menores costos. ¿Quién podría saber entonces de dónde proviene la carne que tiene E-coli? El documental se refiere también a la incursión de Monsanto en el mercado norteamericano con su soya transgénica. "En 1996, cuando Monsanto comenzó a vender el Round Up Ready (herbicida glifosato), sólo el 2% de la soya en Estados Unidos contenía su gen patentado. Para 2008, más del 90% de la soya en Estados Unidos contenía el gen patentado de Monsanto", explica el filme.
Es que Monsanto creó el herbicida y la semilla de soya genéticamente modificada para soportarlo. Entonces la empresa cobra por esa patente y, dice el filme, investiga a los productores para que no guarden semillas destinadas a la siembra siguiente, al tiempo que persiguen a quienes no decidieron plantar sus productos. El documental sostiene que trabajadores, animales y plantas son maltratados por este sistema que, afirma, contrata inmigrantes ilegales porque les paga poco y no están en condiciones de denunciar lo que ven. Contrapone todo ello a un productor orgánico de pollos y ganado ovino y porcino, quien tiene un negocio muy rentable, y un productor de lácteos orgánico, quien logró instalar sus productos en las cadenas de supermercados más grandes, como Wall Mart.
Ambas películas integran la sección más política del festival, La Tierra Tiembla.
El BAFICI está en curso hasta el domingo, con más de 400 películas en más de 20 salas de Buenos Aires. (ANSA).
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