por Il Santo
enegé brigadak
Siempre me ha sabido mal el dichoso "Rock al parque", y es que es difícil creerse el cuento de la tolerancia en un país que arroja cifras alarmantes cada día sobre desaparecidos, torturados y muertos.
Ver el articulo completo en:
http://www.estudiocaos.com/molodoi64/
sábado, 30 de octubre de 2004
viernes, 15 de octubre de 2004
La toxicomanía es capitalismo
La toxicomanía es una de las múltiples expresiones posibles de reacción y de posicionamiento social frente a la frustración del Capital, como la locura, la delincuencia o la adicción a la televisión. Es una revuelta inconsciente que estigmatiza en el cuerpo de la víctima el rechazo del sistema.
Pero es, sobre todo, el triunfo del poder de recuperación del Capital: la sociedad de toxicómanos es la exacerbación casi absoluta del modelo capitalista.
La toxicomanía es el triunfo del individualismo y de la anti-solidaridad (cada uno para sí, cada uno su droga), el triunfo de la enajenación (enajenación completa del ser humano que depende de un producto), el triunfo de la reificación (cuerpo/objeto que se suicida, que se vende por la droga), el triunfo del paliativo (droga o si no sufrimiento), el triunfo de la mercancía (valor de cambio y valor de uso, mismo denominador: la droga para la sobrevivencia), el triunfo del valor (algunos billetes por algunos miligramos de polvo y de placer), etc.
La toxicomanía es el sistema de sobrevivencia inmediata institucionalizado, dicho de otra manera, el sistema capitalista.
Pero es, sobre todo, el triunfo del poder de recuperación del Capital: la sociedad de toxicómanos es la exacerbación casi absoluta del modelo capitalista.
La toxicomanía es el triunfo del individualismo y de la anti-solidaridad (cada uno para sí, cada uno su droga), el triunfo de la enajenación (enajenación completa del ser humano que depende de un producto), el triunfo de la reificación (cuerpo/objeto que se suicida, que se vende por la droga), el triunfo del paliativo (droga o si no sufrimiento), el triunfo de la mercancía (valor de cambio y valor de uso, mismo denominador: la droga para la sobrevivencia), el triunfo del valor (algunos billetes por algunos miligramos de polvo y de placer), etc.
La toxicomanía es el sistema de sobrevivencia inmediata institucionalizado, dicho de otra manera, el sistema capitalista.
miércoles, 15 de septiembre de 2004
sábado, 14 de agosto de 2004
Mompracem antiimperialista
Esta es una invitación a que disfruten la lectura de las novelas de Emilio Salgari y su personaje Sandokan. Realismo socialista de aventuras.
"Sandokán era de izquierda: el gran jefe antiimperialista. A los ingleses a joderlos, a hundirle los barcos, abajo el imperio. Cualquiera que se educó en Sandokán no puede ser adepto al tratado de libre comercio, ni tener simpatías por la política exterior norteamericana" Paco Ignacio Taibo II
jueves, 12 de agosto de 2004
Marxism-Leninism and sodomy
"The leading organs of the party must penetrate the backward parts of the proletariat."
viernes, 23 de julio de 2004
Lenin straight-edge from my heart
The revolution demands concentration, increase of forces. From the masses, from individuals. It cannot tolerate orgiastic conditions, such as are normal for the decadent heroes and heroines of D’Annunzio. Dissoluteness in sexual life is bourgeois, is a phenomenon of decay. The proletariat is a rising class. It doesn’t need intoxication as a narcotic or a stimulus. Intoxication as little by sexual exaggeration as by alcohol. It must not and shall not forget, forget the shame, the filth, the savagery of capitalism. It receives the strongest urge to fight from a class situation, from the Communist ideal. It needs clarity, clarity, and again clarity. And so I repeat, no weakening, no waste, no destruction of forces. Self-control, self-discipline is not slavery, not even in love.
domingo, 18 de julio de 2004
sábado, 10 de julio de 2004
viernes, 9 de julio de 2004
Red Veg menu
Bar da JCP (vegetariano)
Sexta-feira: «Che arroz», arroz com rissois e vegetais (jantar).
Sábado: «Feijoada revolucionária», feijoada de soja (almoço). «Bandeira Comunista», batata com almondegas vegetarianas, molho de tomate e milho - em forma de foice e martelo - (jantar).
Domingo: «Esparguete Bolchevique», esparguete à bolanhesa vegetariano (almoço). «Cravo de Abril», arroz de tomate com crepe em forma de cravo (jantar).
Sexta-feira: «Che arroz», arroz com rissois e vegetais (jantar).
Sábado: «Feijoada revolucionária», feijoada de soja (almoço). «Bandeira Comunista», batata com almondegas vegetarianas, molho de tomate e milho - em forma de foice e martelo - (jantar).
Domingo: «Esparguete Bolchevique», esparguete à bolanhesa vegetariano (almoço). «Cravo de Abril», arroz de tomate com crepe em forma de cravo (jantar).
jueves, 1 de julio de 2004
Presentación de "El libro. Recuerdos de un lector", de Álvaro Castillo
Unidad tres los números imaginarios, por Nelson Jiménez
Problema número uno
Cien sujetos entran a una librería. 96 de ellos preguntan por un libro que deben leer, 67 no lo encuentran y salen del establecimiento antes de treinta segundos y veintidós lo encuentran, pagan y se van antes de tres minutos.
Si los once sujetos que permanecieron merodeando en la librería más de tres minutos, es decir, más de lo que dura una canción de Iron Maiden, saben técnicamente leer y escribir, ¿cuántos de ellos encontrarán por casualidad, en alguno de esos lomos polvorientos, algo tan emocionante como una canción de Iron Maiden?
Pista número uno: el locutor de los titulares del noticiero grita más fuerte que cualquiera de esos lomos porque todo lo que dice parece muy urgente. Es más, para escuchar susurrar a los lomos de los libros hay que merodear por entre los estantes 52 minutos seguidos (no sé si les ha pasado), que es más que lo que dura un LP de Metallica, pero menos que lo que duran las buenas noticias del entretenimiento al mediodía.
Pista número dos: de los 67 sujetos que huyeron de la librería, todos son autómatas y ninguno ha leido por placer. Para buscar placer tomarán más cerveza y tendrán sexo bruto, lo cual les incapacitará temporalmente para leer, incluso para leer lo que deben leer, como el manual de procedimientos de su trabajo, la ruta de la buseta o la mirada vacía del tipo o la tipa con quienes tuvieron sexo bruto.
Pista número tres: no en todas las librerías se puede merodear a gusto, ni todos los lomos susurran. No todos los vendedores de libros son libreros ni todos los libreros son magos. Nadie puede adivinar cuál carajo es el libro que te cambiará la vida. Ni tú lo sabes. Eso lo tienes que descubrir a solas, como descubriste la música que te gusta. Tienes que volver a aprender a leer, pero esta vez por gusto.
Pista número cuatro: Alvarito, el librero, el librovejero, el celestino de libros, apenas viene por la 60. Él prefiere caminar porque así como los lectores husmean entre los libros, el librero husmea entre la gente. Es su trabajo. Imagino que a veces, algo preocupado, escucha susurrar a uno que otro transeúnte que no ha encontrado el libro que le corresponde.
No trae hoy la historia que te cambiará la vida entre su morral. Pero mañana sí.
Su camino se cruza de repente con el de uno de esos autómatas que dicen saber leer. La idea de proveer inspiración a los lectores de la República de Colombia o al menos a quienes, por su conocimiento, contribuyan a mejorar dicha república, revolotea sobre su cabeza.
Así sucede todos los días. Todos. Hasta los domingos.
No obstante, su apostolado es tan tenaz que inspirar a diez gerentes de multinacional le tomaría el resto de su vida. Esto, más que apostolado, es una peregrinación, lo cual explica los lugares santos que aparecen fotografiados en su libro. Es una misión tan infinita como la del telescopio Hubble, que entre más profundo enfoca más atrás en el tiempo va. Su cabeza parece detectar que el transeúnte que se cruza con él reconoce las vocales y las consonantes desde kinder, pero es inmune a la magia de esos objetos encuadernados y coloridos donde alguna vez las conoció..
Alvarito previó la tara de los lectores de su generación, y por eso, desde el colegio, él mismo decidió empezar a leer por su cuenta. También decidió escribir cosas en su cabeza, y en uno que otro papel. Cosas que cambiarían hoy la perspectiva a los autómatas responsables precisamente de maleducar y malinformar diariamente a este pueblo de nuevos autómatas. Así que no debe sorprendernos que haya decidido empezar a publicar sus memorias. Aunque su humildad lo niegue, esa es la parte más urgente de su tarea. ¿No será eso más digno de ser voceado que los titulares del noticiero?
Pero además Alvarito tiene otro grave problema y es que, como su método no son los odiosos problemas de Matemáticas que a la postre agilizaron su vocación de librero, sino las deliciosas soluciones de celulosa y tinta que aplica a domicilio cual inyección a un paciente, o en el fortín de San Librario a sus clientes, pues tiene entre ellos cada día más, más y más amigos. ¿Cómo va a hacer entonces para comunicarse con tantos de ellos? ¿Aguantará la Red Mundial?
A pesar de habilitar Química, con los años Alvarito se ha vuelto experto en recolectar, aislar y elaborar una sustancia que sin duda le ayudará. Es algo que todos pisamos a diario y que a diferencia del popó de perro no podemos ver a simple vista. Es la magia del día a día. La que no sólo está en los libros sino que vive con todos, incluso con quienes se empeñan en ignorarla. Parece que varios de los ingredientes de esta pócima se consiguen sólo en la isla de Cuba o en la Isla Negra, en Chile, lo cual explica sus contactos regulares con seres y espíritus que habitan esas tierras.
Y parece además que el apelativo "pacientes" cae bastante bien a la condición de sus futuros destinatarios de historias, pues el problema mayor radica justamente en que, a este paso, necesitaremos otros cien mil Alvaritos (habría que comenzar a fabricarlos ya) para poder dar respuesta oportuna al problema, al menos nacional, de la escasez de inspiración en las mentes de los niños, jóvenes y adultos que visitan con pobre criterio nuestras librerías y bibliotecas, o peor aun, de las mentes de quienes nunca desarrollarán el hábito de merodear entre los libros, así sea los que están en su propia casa. ¿Está en manos de ellos la solución a los problemas del mundo? ¿De qué se alimentarán entonces sus ideas?
Mientras esos Alvaritos se reproducen entre los estantes de las librerías y bibliotecas del mundo (algo muy sexy), celebremos que hoy, al cumplir sus 35 años, este Álvaro Castillo Granada, el original que conocemos, el mismo que habilitó varias veces Álgebra y Trigonometría... y Física y Química..., se encuentra en este gran lugar lleno... de libros, para comenzar, oficialmente con nosotros, sus primeros cien lectores elegidos, a resolver el problema matemático más importante que se ha planteado sin números hasta ahora, el problema de cómo hacer que la humanidad lea más, pero, sobre todo, que lea mejor. El problema de que su lectura sea libre, feliz e inspiradora y no condicionada a resultados inmediatos medibles por el departamento de personal más cercano.
R/ La mala noticia es que la respuesta al presente problema es lúdica y no viene al final del libro, sino a lo largo de él, o sea que tienes que leer tooooodo el libro. La buena, es que tienes el resto de tu vida y a Alvarito, para resolverlo.
Gracias.
Felipe Alejandro Riveros, jn 22/04
Problema número uno
Cien sujetos entran a una librería. 96 de ellos preguntan por un libro que deben leer, 67 no lo encuentran y salen del establecimiento antes de treinta segundos y veintidós lo encuentran, pagan y se van antes de tres minutos.
Si los once sujetos que permanecieron merodeando en la librería más de tres minutos, es decir, más de lo que dura una canción de Iron Maiden, saben técnicamente leer y escribir, ¿cuántos de ellos encontrarán por casualidad, en alguno de esos lomos polvorientos, algo tan emocionante como una canción de Iron Maiden?
Pista número uno: el locutor de los titulares del noticiero grita más fuerte que cualquiera de esos lomos porque todo lo que dice parece muy urgente. Es más, para escuchar susurrar a los lomos de los libros hay que merodear por entre los estantes 52 minutos seguidos (no sé si les ha pasado), que es más que lo que dura un LP de Metallica, pero menos que lo que duran las buenas noticias del entretenimiento al mediodía.
Pista número dos: de los 67 sujetos que huyeron de la librería, todos son autómatas y ninguno ha leido por placer. Para buscar placer tomarán más cerveza y tendrán sexo bruto, lo cual les incapacitará temporalmente para leer, incluso para leer lo que deben leer, como el manual de procedimientos de su trabajo, la ruta de la buseta o la mirada vacía del tipo o la tipa con quienes tuvieron sexo bruto.
Pista número tres: no en todas las librerías se puede merodear a gusto, ni todos los lomos susurran. No todos los vendedores de libros son libreros ni todos los libreros son magos. Nadie puede adivinar cuál carajo es el libro que te cambiará la vida. Ni tú lo sabes. Eso lo tienes que descubrir a solas, como descubriste la música que te gusta. Tienes que volver a aprender a leer, pero esta vez por gusto.
Pista número cuatro: Alvarito, el librero, el librovejero, el celestino de libros, apenas viene por la 60. Él prefiere caminar porque así como los lectores husmean entre los libros, el librero husmea entre la gente. Es su trabajo. Imagino que a veces, algo preocupado, escucha susurrar a uno que otro transeúnte que no ha encontrado el libro que le corresponde.
No trae hoy la historia que te cambiará la vida entre su morral. Pero mañana sí.
Su camino se cruza de repente con el de uno de esos autómatas que dicen saber leer. La idea de proveer inspiración a los lectores de la República de Colombia o al menos a quienes, por su conocimiento, contribuyan a mejorar dicha república, revolotea sobre su cabeza.
Así sucede todos los días. Todos. Hasta los domingos.
No obstante, su apostolado es tan tenaz que inspirar a diez gerentes de multinacional le tomaría el resto de su vida. Esto, más que apostolado, es una peregrinación, lo cual explica los lugares santos que aparecen fotografiados en su libro. Es una misión tan infinita como la del telescopio Hubble, que entre más profundo enfoca más atrás en el tiempo va. Su cabeza parece detectar que el transeúnte que se cruza con él reconoce las vocales y las consonantes desde kinder, pero es inmune a la magia de esos objetos encuadernados y coloridos donde alguna vez las conoció..
Alvarito previó la tara de los lectores de su generación, y por eso, desde el colegio, él mismo decidió empezar a leer por su cuenta. También decidió escribir cosas en su cabeza, y en uno que otro papel. Cosas que cambiarían hoy la perspectiva a los autómatas responsables precisamente de maleducar y malinformar diariamente a este pueblo de nuevos autómatas. Así que no debe sorprendernos que haya decidido empezar a publicar sus memorias. Aunque su humildad lo niegue, esa es la parte más urgente de su tarea. ¿No será eso más digno de ser voceado que los titulares del noticiero?
Pero además Alvarito tiene otro grave problema y es que, como su método no son los odiosos problemas de Matemáticas que a la postre agilizaron su vocación de librero, sino las deliciosas soluciones de celulosa y tinta que aplica a domicilio cual inyección a un paciente, o en el fortín de San Librario a sus clientes, pues tiene entre ellos cada día más, más y más amigos. ¿Cómo va a hacer entonces para comunicarse con tantos de ellos? ¿Aguantará la Red Mundial?
A pesar de habilitar Química, con los años Alvarito se ha vuelto experto en recolectar, aislar y elaborar una sustancia que sin duda le ayudará. Es algo que todos pisamos a diario y que a diferencia del popó de perro no podemos ver a simple vista. Es la magia del día a día. La que no sólo está en los libros sino que vive con todos, incluso con quienes se empeñan en ignorarla. Parece que varios de los ingredientes de esta pócima se consiguen sólo en la isla de Cuba o en la Isla Negra, en Chile, lo cual explica sus contactos regulares con seres y espíritus que habitan esas tierras.
Y parece además que el apelativo "pacientes" cae bastante bien a la condición de sus futuros destinatarios de historias, pues el problema mayor radica justamente en que, a este paso, necesitaremos otros cien mil Alvaritos (habría que comenzar a fabricarlos ya) para poder dar respuesta oportuna al problema, al menos nacional, de la escasez de inspiración en las mentes de los niños, jóvenes y adultos que visitan con pobre criterio nuestras librerías y bibliotecas, o peor aun, de las mentes de quienes nunca desarrollarán el hábito de merodear entre los libros, así sea los que están en su propia casa. ¿Está en manos de ellos la solución a los problemas del mundo? ¿De qué se alimentarán entonces sus ideas?
Mientras esos Alvaritos se reproducen entre los estantes de las librerías y bibliotecas del mundo (algo muy sexy), celebremos que hoy, al cumplir sus 35 años, este Álvaro Castillo Granada, el original que conocemos, el mismo que habilitó varias veces Álgebra y Trigonometría... y Física y Química..., se encuentra en este gran lugar lleno... de libros, para comenzar, oficialmente con nosotros, sus primeros cien lectores elegidos, a resolver el problema matemático más importante que se ha planteado sin números hasta ahora, el problema de cómo hacer que la humanidad lea más, pero, sobre todo, que lea mejor. El problema de que su lectura sea libre, feliz e inspiradora y no condicionada a resultados inmediatos medibles por el departamento de personal más cercano.
R/ La mala noticia es que la respuesta al presente problema es lúdica y no viene al final del libro, sino a lo largo de él, o sea que tienes que leer tooooodo el libro. La buena, es que tienes el resto de tu vida y a Alvarito, para resolverlo.
Gracias.
Felipe Alejandro Riveros, jn 22/04
lunes, 28 de junio de 2004
Linux y OSM, una vision desde la izquierda
Un grupo multi-lingue dedicado a la discusión, sectaria y en buen humor, teórica y práctica del Linux y del movimiento de codigo libre (OSM), desde la perspectiva de la izquierda revolucionaria marxista o influenciada por Marx. También intenta reunir escritores y a trabajadores de la computadora de la izquierda revolucionaria a conocerse en un ambiente en línea dirigido solamente en la gente centrada en la computadora. Polemicas no relacionadas directamente con Linux y OSM no seran toleradas.
http://groups.yahoo.com/group/marxism-penguinism/
sábado, 19 de junio de 2004
Palabras del Presidente Bob Avakian a proposito del sXe
Si bien el concepto de "derechos de los animales" no tiene fundación, ya que el "derecho" es un fenómeno de la organización social humana y no tiene ningún significado aparte de las relaciones sociales humanas [¡aparte de los humanos, los otros animales no consideran el tema de los "derechos de los animales"!], sí hay que considerar el problema del efecto, en los seres humanos y en su sociedad, del tratamiento que se da a los animales y, por extensión, a las plantas y el medio ambiente.
Al igual que las demás especies, los seres humanos siempre han abordado y siempre abordarán todo --no puede ser de otra manera-- desde el punto de vista de su especie. Pero precisamente desde ese punto de vista, el sufrimiento que les causan a los animales, o la destrucción de las plantas, que no tenga como motivo superar el sufrimiento humano ni hacer avanzar a la sociedad, que apenas sea una expresión de crueldad o de prepotencia, o cuyo único propósito excelso sea obtener artículos de lujo para las capas sociales privilegiadas, parasitarias e indulgentes, todo eso degrada a los seres humanos y por tanto hay que condenarlo.
La moral comunista también se opone al consumo de drogas y alcohol cuando degradan física e ideológicamente, conducen a la violencia y al maltrato, así como al robo y hurto de los mismos oprimidos, porque todo eso fortalece al opresor, divide y desmoraliza a las masas, y hace más difícil que reconozcan sus verdaderos intereses y que se unan para luchar por ellos.
Bob Avakian, PCR-EU
Al igual que las demás especies, los seres humanos siempre han abordado y siempre abordarán todo --no puede ser de otra manera-- desde el punto de vista de su especie. Pero precisamente desde ese punto de vista, el sufrimiento que les causan a los animales, o la destrucción de las plantas, que no tenga como motivo superar el sufrimiento humano ni hacer avanzar a la sociedad, que apenas sea una expresión de crueldad o de prepotencia, o cuyo único propósito excelso sea obtener artículos de lujo para las capas sociales privilegiadas, parasitarias e indulgentes, todo eso degrada a los seres humanos y por tanto hay que condenarlo.
La moral comunista también se opone al consumo de drogas y alcohol cuando degradan física e ideológicamente, conducen a la violencia y al maltrato, así como al robo y hurto de los mismos oprimidos, porque todo eso fortalece al opresor, divide y desmoraliza a las masas, y hace más difícil que reconozcan sus verdaderos intereses y que se unan para luchar por ellos.
Bob Avakian, PCR-EU
domingo, 13 de junio de 2004
Ronald Reagan, un recuerdo personal
Ronald Reagan, un recuerdo personal
Paul Laverty - Madrid
EL PAÍS | Opinión - Jueves, 10 de junio de 2004
Mientras la historia está siendo reescrita delante de nuestros ojos y los grandes hombres y mujeres, del pasado y del presente, desde Thatcher y Gorbachov a Clinton y Bush, lloran la muerte del ex presidente Ronald Reagan, está siendo fascinante ver cómo este hombre ha sido casi canonizado. Los medios de comunicación del mundo entero han repetido algunas de sus bromas más conocidas y frases célebres al dar la noticia de su muerte -incluso su "vamos a bombardear Rusia" parecía inofensivo-, como si el abuelo favorito de la nación, aunque quizá un poco desconectado, fuera
realmente la materialización de la libertad.
Yo también tengo mis recuerdos favoritos del Gran Comunicador. Mientras trabajaba en una organización para los Derechos Humanos en Managua (Nicaragua), aprecié particularmente el genio de este hombre para la persuasión cuando declaró que Nicaragua -entonces con una población de tres millones- era una gran amenaza para la existencia de los Estados Unidos. Al fin y al cabo, estaba a tan sólo "dos días de marcha de Tejas".
También me viene a la mente el primer funeral que presencié, en un pueblo llamado Estelí; la imagen de un niño de ocho años, sobre una silla de plástico amarilla, temblando y sin consuelo mientras unos sollozos profundos y ancestrales sacudían su cuerpo menudo, y cómo de pronto se abalanzó sobre el ataúd en el que estaba su tío favorito, de tan sólo 18 años. También recuerdo el día en que un informe de derechos humanos llegó del norte. Las fuerzas de la Contra habían atacado una cooperativa. En medio del caos, una
madre había oído cómo torturaban a su hija durante horas en la oscuridad. A la mañana siguiente encontraron el cadáver mutilado de la niña en una zanja, con los pechos cortados. Los cuerpos se acumulaban más rápido que los informes de derechos humanos; literalmente, una abominación más cruel que la siguiente más allá de lo que la imaginación puede alcanzar en su máxima crueldad.
Voy a hacer un simple comentario: en cada ocasión, antes de un voto favorable en el Congreso de los Estados Unidos para buscar más apoyo financiero para la Contra, las grandes agencias de derechos humanos, incluyendo Amnistía Internacional y Americas Watch, aportaban evidencias detalladas y corroboradas de asesinatos y torturas sistemáticas por parte de la Contra (fundada por Estados Unidos) contra la población civil. El destino de esa joven no era una aberración aislada, sino el perfecto detalle en una diseñada campaña de terror.
Recuerdo una entrevista que hice a un adolescente de la Contra que había sido arrestado por los sandinistas. Me contó cómo acabó con los supervivientes de una emboscada con su cuchillo, mutilándolos hasta que quedaron irreconocibles. El presidente Reagan invitó a los jefes de este chico a la Casa Blanca y en una cordial rueda de prensa los declaró "luchadores por la libertad" y "el equivalente a nuestros grandes hombres de Estado".
Todas las evidencias están ahí, fácilmente accesibles en Internet. Es inconcebible que Ronald Reagan no supiera que la Contra que él mismo creó con la ayuda de William Casey, el jefe de la CIA, eran torturadores y asesinos. Él era su fuente de financiación más importante. Si hubiera algo parecido a la justicia real, Reagan habría sido juzgado por sus crímenes contra la humanidad, pero el hecho de que esa opción tan razonable se encuentre a años luz de nuestra realidad política actual plantea importantes preguntas. Lo que al menos sí podemos hacer para salvaguardar el honor de esos muertos (sus nombres están en los informes) -qué extraño cómo sólo
ciertos muertos merecen la pena ser recordados- es llamar a este señor por su nombre correcto. Es verdad que era un ex presidente, pero también que era un terrorista que apoyó asesinatos y torturas.
Mientras Ronald Reagan tiene un funeral de Estado, yo no puedo dejar de recordar a esa chica que fue arrojada a la zanja.
Paul Laverty - Madrid
EL PAÍS | Opinión - Jueves, 10 de junio de 2004
Mientras la historia está siendo reescrita delante de nuestros ojos y los grandes hombres y mujeres, del pasado y del presente, desde Thatcher y Gorbachov a Clinton y Bush, lloran la muerte del ex presidente Ronald Reagan, está siendo fascinante ver cómo este hombre ha sido casi canonizado. Los medios de comunicación del mundo entero han repetido algunas de sus bromas más conocidas y frases célebres al dar la noticia de su muerte -incluso su "vamos a bombardear Rusia" parecía inofensivo-, como si el abuelo favorito de la nación, aunque quizá un poco desconectado, fuera
realmente la materialización de la libertad.
Yo también tengo mis recuerdos favoritos del Gran Comunicador. Mientras trabajaba en una organización para los Derechos Humanos en Managua (Nicaragua), aprecié particularmente el genio de este hombre para la persuasión cuando declaró que Nicaragua -entonces con una población de tres millones- era una gran amenaza para la existencia de los Estados Unidos. Al fin y al cabo, estaba a tan sólo "dos días de marcha de Tejas".
También me viene a la mente el primer funeral que presencié, en un pueblo llamado Estelí; la imagen de un niño de ocho años, sobre una silla de plástico amarilla, temblando y sin consuelo mientras unos sollozos profundos y ancestrales sacudían su cuerpo menudo, y cómo de pronto se abalanzó sobre el ataúd en el que estaba su tío favorito, de tan sólo 18 años. También recuerdo el día en que un informe de derechos humanos llegó del norte. Las fuerzas de la Contra habían atacado una cooperativa. En medio del caos, una
madre había oído cómo torturaban a su hija durante horas en la oscuridad. A la mañana siguiente encontraron el cadáver mutilado de la niña en una zanja, con los pechos cortados. Los cuerpos se acumulaban más rápido que los informes de derechos humanos; literalmente, una abominación más cruel que la siguiente más allá de lo que la imaginación puede alcanzar en su máxima crueldad.
Voy a hacer un simple comentario: en cada ocasión, antes de un voto favorable en el Congreso de los Estados Unidos para buscar más apoyo financiero para la Contra, las grandes agencias de derechos humanos, incluyendo Amnistía Internacional y Americas Watch, aportaban evidencias detalladas y corroboradas de asesinatos y torturas sistemáticas por parte de la Contra (fundada por Estados Unidos) contra la población civil. El destino de esa joven no era una aberración aislada, sino el perfecto detalle en una diseñada campaña de terror.
Recuerdo una entrevista que hice a un adolescente de la Contra que había sido arrestado por los sandinistas. Me contó cómo acabó con los supervivientes de una emboscada con su cuchillo, mutilándolos hasta que quedaron irreconocibles. El presidente Reagan invitó a los jefes de este chico a la Casa Blanca y en una cordial rueda de prensa los declaró "luchadores por la libertad" y "el equivalente a nuestros grandes hombres de Estado".
Todas las evidencias están ahí, fácilmente accesibles en Internet. Es inconcebible que Ronald Reagan no supiera que la Contra que él mismo creó con la ayuda de William Casey, el jefe de la CIA, eran torturadores y asesinos. Él era su fuente de financiación más importante. Si hubiera algo parecido a la justicia real, Reagan habría sido juzgado por sus crímenes contra la humanidad, pero el hecho de que esa opción tan razonable se encuentre a años luz de nuestra realidad política actual plantea importantes preguntas. Lo que al menos sí podemos hacer para salvaguardar el honor de esos muertos (sus nombres están en los informes) -qué extraño cómo sólo
ciertos muertos merecen la pena ser recordados- es llamar a este señor por su nombre correcto. Es verdad que era un ex presidente, pero también que era un terrorista que apoyó asesinatos y torturas.
Mientras Ronald Reagan tiene un funeral de Estado, yo no puedo dejar de recordar a esa chica que fue arrojada a la zanja.
sábado, 12 de junio de 2004
A la muerte de un canalla
A Ronald Reagan
A la muerte de un canalla
Mario Benedetti
Los canallas viven mucho,
pero algún día se mueren
OBITUARIO CON HURRAS
Vamos a festejarlo
vengan todos
los inocentes
los damnificadoslos que gritan de noche
los que sueñan de dia
los que sufren el cuerpo
los que alojan fantasmas
los que pisan descalzos
los que blasfeman y arden
los pobres congelados
los que quieren a alguien
los que nunca se olvidan
vamos a festejarlo
vengan todos
el crápula se ha muerto
se acabó el alma negra
el ládron
el cochino
se acabó para siempre
hurra
que vengan todos
vamos a festejarlo
a no decir
la muerte
siempre lo borra todo
todo lo purifica
cualquier día
la muerte
no borra nada
quedan
siempre las cicatrices
hurra
murió el cretino
vamos a festejarlo
a no llorar de vicio
que lloren sus iguales
y se traguen sus lágrimas
se acabó el monstruo prócer
se acabó para siempre
vamos a festejarlo
a no ponermos tibios
a no creer que éste
es un muerto cualquiera
vamos a festerjarlo
a no volvermos flojos
a no olvidar que éste
es un muerto de mierda
A la muerte de un canalla
Mario Benedetti
Los canallas viven mucho,
pero algún día se mueren
OBITUARIO CON HURRAS
Vamos a festejarlo
vengan todos
los inocentes
los damnificadoslos que gritan de noche
los que sueñan de dia
los que sufren el cuerpo
los que alojan fantasmas
los que pisan descalzos
los que blasfeman y arden
los pobres congelados
los que quieren a alguien
los que nunca se olvidan
vamos a festejarlo
vengan todos
el crápula se ha muerto
se acabó el alma negra
el ládron
el cochino
se acabó para siempre
hurra
que vengan todos
vamos a festejarlo
a no decir
la muerte
siempre lo borra todo
todo lo purifica
cualquier día
la muerte
no borra nada
quedan
siempre las cicatrices
hurra
murió el cretino
vamos a festejarlo
a no llorar de vicio
que lloren sus iguales
y se traguen sus lágrimas
se acabó el monstruo prócer
se acabó para siempre
vamos a festejarlo
a no ponermos tibios
a no creer que éste
es un muerto cualquiera
vamos a festerjarlo
a no volvermos flojos
a no olvidar que éste
es un muerto de mierda
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