lunes, 28 de junio de 2004

Linux y OSM, una vision desde la izquierda


Un grupo multi-lingue dedicado a la discusión, sectaria y en buen humor, teórica y práctica del Linux y del movimiento de codigo libre (OSM), desde la perspectiva de la izquierda revolucionaria marxista o influenciada por Marx. También intenta reunir escritores y a trabajadores de la computadora de la izquierda revolucionaria a conocerse en un ambiente en línea dirigido solamente en la gente centrada en la computadora. Polemicas no relacionadas directamente con Linux y OSM no seran toleradas.


http://groups.yahoo.com/group/marxism-penguinism/

sábado, 19 de junio de 2004

Palabras del Presidente Bob Avakian a proposito del sXe

Si bien el concepto de "derechos de los animales" no tiene fundación, ya que el "derecho" es un fenómeno de la organización social humana y no tiene ningún significado aparte de las relaciones sociales humanas [¡aparte de los humanos, los otros animales no consideran el tema de los "derechos de los animales"!], sí hay que considerar el problema del efecto, en los seres humanos y en su sociedad, del tratamiento que se da a los animales y, por extensión, a las plantas y el medio ambiente.

Al igual que las demás especies, los seres humanos siempre han abordado y siempre abordarán todo --no puede ser de otra manera-- desde el punto de vista de su especie. Pero precisamente desde ese punto de vista, el sufrimiento que les causan a los animales, o la destrucción de las plantas, que no tenga como motivo superar el sufrimiento humano ni hacer avanzar a la sociedad, que apenas sea una expresión de crueldad o de prepotencia, o cuyo único propósito excelso sea obtener artículos de lujo para las capas sociales privilegiadas, parasitarias e indulgentes, todo eso degrada a los seres humanos y por tanto hay que condenarlo.

La moral comunista también se opone al consumo de drogas y alcohol cuando degradan física e ideológicamente, conducen a la violencia y al maltrato, así como al robo y hurto de los mismos oprimidos, porque todo eso fortalece al opresor, divide y desmoraliza a las masas, y hace más difícil que reconozcan sus verdaderos intereses y que se unan para luchar por ellos.

Bob Avakian, PCR-EU

domingo, 13 de junio de 2004

Ronald Reagan, un recuerdo personal

Ronald Reagan, un recuerdo personal

Paul Laverty - Madrid

EL PAÍS | Opinión - Jueves, 10 de junio de 2004

Mientras la historia está siendo reescrita delante de nuestros ojos y los grandes hombres y mujeres, del pasado y del presente, desde Thatcher y Gorbachov a Clinton y Bush, lloran la muerte del ex presidente Ronald Reagan, está siendo fascinante ver cómo este hombre ha sido casi canonizado. Los medios de comunicación del mundo entero han repetido algunas de sus bromas más conocidas y frases célebres al dar la noticia de su muerte -incluso su "vamos a bombardear Rusia" parecía inofensivo-, como si el abuelo favorito de la nación, aunque quizá un poco desconectado, fuera
realmente la materialización de la libertad.

Yo también tengo mis recuerdos favoritos del Gran Comunicador. Mientras trabajaba en una organización para los Derechos Humanos en Managua (Nicaragua), aprecié particularmente el genio de este hombre para la persuasión cuando declaró que Nicaragua -entonces con una población de tres millones- era una gran amenaza para la existencia de los Estados Unidos. Al fin y al cabo, estaba a tan sólo "dos días de marcha de Tejas".

También me viene a la mente el primer funeral que presencié, en un pueblo llamado Estelí; la imagen de un niño de ocho años, sobre una silla de plástico amarilla, temblando y sin consuelo mientras unos sollozos profundos y ancestrales sacudían su cuerpo menudo, y cómo de pronto se abalanzó sobre el ataúd en el que estaba su tío favorito, de tan sólo 18 años. También recuerdo el día en que un informe de derechos humanos llegó del norte. Las fuerzas de la Contra habían atacado una cooperativa. En medio del caos, una
madre había oído cómo torturaban a su hija durante horas en la oscuridad. A la mañana siguiente encontraron el cadáver mutilado de la niña en una zanja, con los pechos cortados. Los cuerpos se acumulaban más rápido que los informes de derechos humanos; literalmente, una abominación más cruel que la siguiente más allá de lo que la imaginación puede alcanzar en su máxima crueldad.

Voy a hacer un simple comentario: en cada ocasión, antes de un voto favorable en el Congreso de los Estados Unidos para buscar más apoyo financiero para la Contra, las grandes agencias de derechos humanos, incluyendo Amnistía Internacional y Americas Watch, aportaban evidencias detalladas y corroboradas de asesinatos y torturas sistemáticas por parte de la Contra (fundada por Estados Unidos) contra la población civil. El destino de esa joven no era una aberración aislada, sino el perfecto detalle en una diseñada campaña de terror.

Recuerdo una entrevista que hice a un adolescente de la Contra que había sido arrestado por los sandinistas. Me contó cómo acabó con los supervivientes de una emboscada con su cuchillo, mutilándolos hasta que quedaron irreconocibles. El presidente Reagan invitó a los jefes de este chico a la Casa Blanca y en una cordial rueda de prensa los declaró "luchadores por la libertad" y "el equivalente a nuestros grandes hombres de Estado".

Todas las evidencias están ahí, fácilmente accesibles en Internet. Es inconcebible que Ronald Reagan no supiera que la Contra que él mismo creó con la ayuda de William Casey, el jefe de la CIA, eran torturadores y asesinos. Él era su fuente de financiación más importante. Si hubiera algo parecido a la justicia real, Reagan habría sido juzgado por sus crímenes contra la humanidad, pero el hecho de que esa opción tan razonable se encuentre a años luz de nuestra realidad política actual plantea importantes preguntas. Lo que al menos sí podemos hacer para salvaguardar el honor de esos muertos (sus nombres están en los informes) -qué extraño cómo sólo
ciertos muertos merecen la pena ser recordados- es llamar a este señor por su nombre correcto. Es verdad que era un ex presidente, pero también que era un terrorista que apoyó asesinatos y torturas.

Mientras Ronald Reagan tiene un funeral de Estado, yo no puedo dejar de recordar a esa chica que fue arrojada a la zanja.

sábado, 12 de junio de 2004

Adiós Reagan! ...y llevate a Bush!

A la muerte de un canalla

A Ronald Reagan

A la muerte de un canalla
Mario Benedetti

Los canallas viven mucho,
pero algún día se mueren

OBITUARIO CON HURRAS

Vamos a festejarlo
vengan todos
los inocentes
los damnificadoslos que gritan de noche
los que sueñan de dia
los que sufren el cuerpo
los que alojan fantasmas
los que pisan descalzos
los que blasfeman y arden
los pobres congelados
los que quieren a alguien
los que nunca se olvidan
vamos a festejarlo
vengan todos
el crápula se ha muerto
se acabó el alma negra
el ládron
el cochino
se acabó para siempre
hurra
que vengan todos
vamos a festejarlo
a no decir
la muerte
siempre lo borra todo
todo lo purifica
cualquier día
la muerte
no borra nada
quedan
siempre las cicatrices
hurra
murió el cretino
vamos a festejarlo
a no llorar de vicio
que lloren sus iguales
y se traguen sus lágrimas
se acabó el monstruo prócer
se acabó para siempre
vamos a festejarlo
a no ponermos tibios
a no creer que éste
es un muerto cualquiera
vamos a festerjarlo
a no volvermos flojos
a no olvidar que éste
es un muerto de mierda